El debate sobre la ponencia social del PP catalán ha roto la unanimidad y el consenso que había protagonizado hasta el momento el XIII congreso que los populares celebran este fin de semana en Barcelona y que hasta el momento había aprobado todas sus votaciones sin un voto en contra.

Entre silbidos y gritos de "traidores", siete compromisarios han votado en contra de una ponencia que propone reclamar al Gobierno limitar la afluencia de inmigrantes en España fijando cupos por países en función de las necesidades del Estado, mientras que otros cuatro militantes se han abstenido.

Instantes antes, el alcalde de Badalona y jefe de la ponencia, Xavier García Albiol, había defendido entre aplausos constantes y gritos de 'Tú sí que vales' el duro discurso contra la inmigración que ya abanderó en la campaña de las elecciones municipales de 2011. "O [los inmigrantes] se adaptan a nuestros valores, o que den media vuelta y vuelvan por donde han venido", ha defendido el dirigente popular, que ha aplaudido la decisión del Gobierno de restringir la tarjeta sanitaria a inmigrantes irregulares.

El alcalde de Badalona ha tachado de "tremenda injusticia social" que los inmigrantes sin papeles tenga los mismos derechos sanitarios y de acceso a prestaciones económicas que un inmigrante legal o un ciudadano español.

Precisamente, los populares abogan también en su ponencia por replantear el grado de acceso a servicios sociales que no son básicos, incorporando "la residencia de larga duración" como requisito para acceder a determinadas ayudas, aunque no ha fijado el tiempo mínimo de residencia para optar a ellas.

Así pues, el discurso sobre inmigración del PP catalán ha provocado los primeros votos de rechazo en un congreso que hasta ahora había avanzado aprobando todas sus votaciones por unanimidad o con, como máximo, una abstención.