El Partido Popular ha tomado el camino de intentar engatusar al PSOE, al menos de puertas afuera, y a Ciudadanos (C's) para los pactos y acuerdos pertinentes durante la legislatura. El mensaje del PP es diáfano: mucho diálogo, aunque entre bambalinas es evidente que los socialistas cuentan con la espada de Damocles sobre sus cabezas sabiendo que un adelanto electoral no les favorecería. Este mantra fue repetido ayer por la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, quien pide tanto al PSOE como a C's que sean "cómplices del Gobierno", sin pensar en las "siglas" y sin tratar de "apuntarse medallas", porque de lo que se trata esta legislatura es de "apuntalar" el crecimiento y los servicios.

Durante un acto en Valladolid, Levy se refirió a su partido, a los socialistas y a C's como los integrantes del "bloque de la responsabilidad", frente a un Podemos dedicado "a las trincheras". La dirigente popular insistió en que la voluntad de su partido es "cumplir con todos los pactos firmados", aunque remarcó la necesidad de que el Gobierno hable "con el máximo número de partidos posible". "Va a hablar con todo el mundo", incidió.

Defendió que el actual no es un "momento de volantazos ni cambios de rumbo" porque España se encuentra ante "la gran legislatura" para su futuro, por lo que abundó en su llamamiento al PSOE y a C's para aportar responsabilidad y diálogo. Demandó a los políticos socialistas y de Ciudadanos que "no se dediquen a ver quién es más oposición de Podemos", sino a "construir entre todos el futuro común".

El problema del PSOE es que tiene otro frente abierto dentro de su propio partido. La diputada socialista Margarita Robles denunció que las negociaciones entre Gobierno y PSOE para aprobar el techo de gasto y la subida del salario mínimo se están llevando a cabo "en absoluto secretismo" y dejando "totalmente marginados" a los diputados del grupo parlamentario.

Advirtió que, a su juicio, el "oscurantismo" con el que desde el PSOE se están tomando las decisiones respecto a estas dos cuestiones les "hace pensar que con el acuerdo de la abstención iba implícita la aprobación del techo de gasto y probablemente los presupuestos". Robles aseguró que en el grupo parlamentario "no hay constancia" de las reuniones que se están produciendo con el Gobierno para llegar a acuerdos como los alcanzados durante los últimos días. "Nos estamos enterando por la prensa, no sabemos quién está tomando esas decisiones", dijo.