El PP utilizará en esta campaña el caso de los ERE fraudulentos en Andalucía y el procesamiento de los ex presidentes autonómicos José Antonio Griñán y Manuel Chaves para aplacar al PSOE, aunque el líder del partido, Mariano Rajoy, haya anunciado que no piensa hacerlo. Los populares creen que con este procesamiento se demuestra que todos los partidos se ven afectados por la corrupción y que es por tanto una batalla que librar entre todos, según han explicado fuentes del partido.

Esperan además que el auto judicial sirva al menos para que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se lo piense antes de volver a llamar "indecente" a Rajoy y en cualquier caso no haga de la corrupción su principal arma arrojadiza contra el PP.

Las fuentes consultadas subrayan, asimismo, que el caso de los ERE fraudulentos es el más grave en términos cuantitativos y ha salpicado judicialmente a dos ex presidentes regionales que también fueron presidentes del PSOE y ministros de gobiernos socialistas.

Por eso, los dirigentes populares sí recurrirán a la comparación de los casos si el PSOE sigue atacando al PP con la corrupción y denunciarán la "excesiva benevolencia" con la que, en opinión del partido de Mariano Rajoy, los socialistas han hecho frente a este escándalo, que supone un "expolio" a los andaluces. También habrá desde el PP reproches a la presidenta andaluza, Susana Díaz, así como a Ciudadanos, partido al que pretenden exigir explicaciones por seguir manteniendo en el poder al PSOE en la región y colaborar así en las "vergüenzas" de los socialistas.

Estos serán algunos de los argumentos que esgrimirán los dirigentes del PP durante estas semanas de precampaña y campaña electoral. Mientras, Mariano Rajoy obviará el tema en su campaña y dejará así que sean otros en el partido los que ataquen al PSOE por el que consideran el "mayor escándalo de corrupción en cifras".