Los quebraderos de cabeza de Mariano Rajoy no han acabado con la deserción de la líder del PP vasco, María San Gil, que ha desatado un cisma político interno tan estruendoso como insostenible. El éxodo de dirigentes del PP sigue acrecentándose y el último en añadirse a esta lista fue ayer el ex funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, una marcha especialmente significativa puesto que se trata de un símbolo de la resistencia contra ETA. El ex funcionario de prisiones burgalés protagonizó el secuestro más largo de la organización terrorista, que lo retuvo durante 532 días. Agudizando la fractura interna que vive el PP, Ortega Lara optó por darse de baja en el partido en el que militaba desde 1987.

La decisión de Ortega Lara, al que le une una estrecha amistad con Jaime Mayor Oreja, llegó de la mano del abandono de San Gil, que confirmó ayer lo que adelantó la víspera su entorno tras una nueva reunión con Rajoy: que no optará a la reelección al frente del PP vasco y que abandonará su escaño en el Parlamento de Vitoria.

Ortega Lara formó parte de la lista del PP al Ayuntamiento de Burgos en las elecciones municipales de 2003, aunque de forma testimonial, ya que figuraba en el penúltimo puesto de la lista. Declaró entonces que lo hacía por su "compromiso" con el PP y para "solidarizarse" con todos los candidatos que se presentaban en el País Vasco.

El ex funcionario de prisiones no aclaró los motivos que le llevaron a tomar la decisión de abandonar su militancia en el PP, que se produce en plena crisis de la formación que lidera Rajoy en vísperas de su XVI Congreso Nacional, para el que resta ya menos de un mes y al que Rajoy llega con su autoridad muy debilitada.

Desde que fuera liberado del zulo en el que ETA lo retuvo, Ortega Lara ha participado en numerosos actos de apoyo y homenaje a las víctimas del terrorismo, así como en manifestaciones de protesta por los atentados de ETA, la última el pasado diciembre en Madrid con motivo del asesinato de dos guardias civiles en Francia.

Asimismo, en la legislatura pasada criticó en distintas ocasiones la negociación de la pacificación con ETA y llegó a calificar de "trienio negro" para las víctimas del terrorismo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

En muchos de esos actos coincidió con el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, que era ministro del Interior durante el tiempo que Ortega Lara permaneció secuestrado por ETA, y con quien mantiene una estrecha amistad. Tras ser liberado de su secuestro, Mayor Oreja ha visitado con frecuencia al ex funcionario de prisiones, con quien se le ha podido ver en numerosas ocasiones.

Ortega Lara fue protagonista del secuestro más largo e inhumano de los perpetrados por ETA y su liberación, gracias a una operación de la Guardia Civil, dio la vuelta al mundo. El ex funcionario de prisiones permaneció ocultó en un zulo de apenas tres metros de largo por dos de ancho durante 532 días, desde el 17 de enero de 1996 hasta el 1 de julio de 1997.

Tras conocer la decisión de Ortega Lara, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) quiso expresar su "cercanía" al funcionario y subrayó que "las razones y los sentimientos que le hayan llevado a dar ese paso merecen todo el apoyo" de las víctimas ya que "es un referente moral para la sociedad española y siempre ha defendido, como víctima del terrorismo y asociado de la AVT, la memoria, la dignidad y la justicia que merecen todas las víctimas".

La respuesta de la AVT es más que simbólica puesto que en la pasada legislatura hizo frente con el PP contra la política antiterrorista de Zapatero. En una nota, la AVT mostró su apoyo a todas las personas "que, tras sufrir la sinrazón del terrorismo durante muchos años, estos días están tomando decisiones valientes que son coherentes con la defensa de la libertad y la derrota" de ETA.