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Entre leones

Nueva algarada parlamentaria

  • De Cospedal 'saca la patita' con las teles públicas. Blanco no quiere que su hijo siga los pasos de Iván Chaves. Rubalcaba gana a Chacón como cartel electoral. Guerra critica a los contrincantes de Juan Espadas

Las teles públicas

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, criticó el pasado martes abiertamente por imparcial y falta de objetividad a TVEen el programa Los Desayunos de esta misma cadena. Eso sí, cuando la presentadora, Ana Pastor, le pidió que explicara cuál era su modelo televisivo público, la popular divagó y se enfrascó con la periodista en una discusión en la que tan sólo quedó claro que ella representaba al PP y Pastor a sí misma. Ni que decir tiene que De Cospedal no citó a Telemadrid y a Canal Nou, dos modelos televisivos públicos muy del gusto de los populares por su contrastada imparcialidad y objetividad, y tampoco amenazó con incluirla en una lista negra de periodistas rojos o independientes. De Cospedal mantuvo unas exquisitas formas democráticas y ejerció el dudoso derecho a ver la paja en el ojo ajeno obviando la viga en el propio.

Chaves y Blanco

El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, puso de manifiesto el pasado domingo, en una entrevista en El País, las dificultades que está teniendo la familia socialista para apoyar al vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial y Administración Pública, Manuel Chaves, ante las acometidas del PP por las presuntas tareas de intermediación ante consejerías que hizo Iván Chaves, hijo del ex presidente andaluz, estando su padre al frente de la Junta de Andalucía. Preguntado si permitiría que un hijo suyo se dedicara a las mismas labores profesionales, el número dos del PSOE lo tuvo claro: "Es indudable que trataría de evitarlo. No dejaría que trabajara como comisionista". Y agregó tirando de argumentario puro y duro para salir cuanto antes de la incómoda pregunta: "El PP está haciendo en Andalucía y con Manuel Chaves lo que hizo en España con Felipe González. Ante la impotencia de no poder ganarle en las urnas, ataca su honorabilidad sin ningún fundamento que lo respalde".

Elogios

Las agencias internacionales que surten a los mercados de información precisa sobre la situación económica de los países están muy impresionadas por el despliegue que viene realizando el Ministerio de Economía y Hacienda para combatir los movimientos especulativos que viene sufriendo la deuda soberana desde hace casi un año. A juicio de éstos, la ofensiva que emprendió hace meses por medio mundo la vicepresidenta Salgado y su equipo para informar sobre las reformas estructurales previstas por el Gobierno sirvió para generar confianza y evitar, a la postre, el rescate que han sufrido Grecia, Irlanda y Portugal.

Urkullu

El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, amagó el pasado jueves con retirar el apoyo de su partido al Gobierno en el Congreso de los Diputados si finalmente se impugnan las candidaturas de Bildu. En concreto, amenazó con no apoyar los próximos Presupuestos Generales del Estado. A decir verdad, en el PSOE se daba por descontado que dichas cuentas, a pocos meses vista de las elecciones legislativas de 2012 y con los partidos tomando posiciones, se verían abocadas a la prórroga.

Tres a uno

Aunque la Ejecutiva federal no dará públicamente su apoyo ni al vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ni a la ministra de Defensa, Carme Chacón, en las primarias socialistas, el primero ya ha tomado la delantera en las preferencias electorales de la dirección socialista. La caravana del PSOE le seguirá durante tres actos y a Chacón, en uno.

Guerra

El miércoles, en la presentación del candidato socialista a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, en Madrid, el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra tiró con bala contra sus contrincantes. Sobre Antonio Torrijos, de IU, dijo que "muestra su hostilidad hacia las tradiciones que descansan en los corazones de los sevillanos y pretende arrasar con ellas por mor de la modernización". A Juan Ignacio Zoido, del PP, lo incluyó entre aquellos que "quieren dormir sobre las túnicas de la tradición" y que pretenden "arrojar a los sevillanos a un futuro declinante entre música y rezos".

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