Las autoridades venezolanas no han permitido al ex presidente del Gobierno Felipe González entrar en el país acompañado de escoltas armados encargados de garantizar su seguridad, como es habitual cuando viajan altos cargos políticos a un país extranjero, lo que obligó a las autoridades españolas a tomar medidas para asegurar la protección del ex dirigente socialista, que se aloja en la residencia del embajador español, protegida con la inviolabilidad de las representaciones diplomáticas.

Así lo reveló ayer el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, que confió en que la visita de González a Caracas se siga desarrollando "con absoluta normalidad" como hasta ahora y que admitió que la seguridad del ex presidente ha sido "la preocupación máxima" del Gobierno de Mariano Rajoy.

El ex presidente del Gobierno logró visitar ayer al alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, en arresto domiciliario por un proceso judicial en el que está acusado de "conspirar" contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

González reveló que ya ha puesto en marcha los trámites para visitar a los dirigentes opositores venezolanos presos Leopoldo López y Daniel Ceballos y matizó que participará en su defensa judicial no como abogado, sino como asesor técnico. También se reunió con miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), organización que aglutina a la oposición antichavista.

Manifestó que "acata" la postura expresada por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en la que destacaba el domingo que González no puede ejercer como profesional del derecho en una causa penal porque no tiene el título profesional acreditativo que exige la Constitución. "Nunca he solicitado ser abogado de Leopoldo López, solo es asesoría técnica y es un derecho de la defensa", argumentó.

El vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, se mostró absolutamente al lado" de González tras su llegada a Venezuela y defendió que "hace un gran servicio a la democracia".

Otra opinión tiene el líder de IU, Cayo Lara, que censuró su "injerencia" en Venezuela y le criticó que se crea que aún está en la época "colonial" por no respetar el Estado democrático y de derecho del país caribeño.

El ex número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, también censuró el viaje y aseguró que le "encantaría" que estuviera en China o en Egipto, "donde están asesinado a gente con juicios falsos". "Las minorías del piso de arriba han sido capaces de convencernos de que sus intereses son los intereses de la mayoría y de que estemos discutiendo acerca de lo que ha hecho un consejero de Gas Natural yendo a un país a 7.000 kilómetros de distancia", agregó Monedero.