España

Homenaje del Rey a la mujer rural

  • Felipe VI hace este reconocimiento en su visita a la aldea de Moal, galardonada con el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2018

Felipe VI lanza un bolo vaqueiro, un deporte rural.

Felipe VI lanza un bolo vaqueiro, un deporte rural. / EFE

El Rey ha rendido homenaje al "insustituible" papel de las mujeres del mundo rural por haber sustentado la vida cotidiana durante décadas con "un esfuerzo y un sacrificio ejemplares", a pesar de tantas dificultades a las que han tenido que hacer frente por el entorno y su condición social.

Felipe VI ha expresado este reconocimiento durante su visita, junto a la reina Letizia, a la aldea de Moal, galardonada este año con el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2018 en reconocimiento a la labor que su centenar de vecinos hace por conservar las tradiciones y su privilegiada naturaleza.

El recorrido por Moal, que ha incluido una breve visita al cercano bosque de Muniellos, ha puesto el colofón a los actos en los que don Felipe y doña Letizia han participado desde el jueves con motivo de los Premios Princesa de Asturias.

A pesar de ser víctima de la despoblación, la pedanía, enclavada en el concejo suroccidental de Cangas del Narcea, cuenta con tres asociaciones, una de ellas, de mujeres, con las que los Reyes han compartido su tiempo para resaltar la contribución femenina en los pueblos.

"Gracias a las mujeres, la sociedad rural ha logrado sostenerse, incluso en medio de tantas dificultades, porque con valentía, con fortaleza, con optimismo y con profundo cariño, han sido las principales responsables del día a día, de la educación de los hijos y del cuidado de la familia, sobre todo de los mayores", ha elogiado el jefe del Estado.

Don Felipe se ha felicitado de que "ahora, cuando tantas cosas han cambiado y siguen cambiando para bien en la consideración social y del insustituible papel" de las mujeres del campo, estén "en la vanguardia" al ocupar puestos que "antes les fueron negados".

En un día fresco, con sol a ratos, Moal se ha volcado con la visita real engalanada con banderas de España y de Asturias.

A lo largo de la única calle, don Felipe y doña Letizia se han ido deteniendo en distintos puntos para charlar con los vecinos y conocer sus costumbres.

En un hórreo, un matrimonio le han enseñado a enristrar cebollas y doña Letizia ha desenvainado fabes tras las instrucciones recibidas.

También le han mostrado una foto del príncipe con trece años que él dedicó a su hijo después de que le enviara una carta desde el colegio del pueblo.

El momento más llamativo lo ha protagonizado el Rey cuando se ha animado a jugar al bolo vaqueiro, uno de los deportes rurales más arraigados en Asturias.

A pesar de ir vestido de traje, Felipe VI ha agarrado la bola de madera de más de dos kilos, la ha lanzado con fuerza y ha derribado la mayoría de los bolos, situados a unos seis metros, ante el asombro de la Reina y de los vecinos.

"Para ser la primera vez, ha sido espectacular, porque no es tan fácil como parece", ha destacado uno de los jugadores locales.

Los Reyes se han llevado de Moal una buena remesa de obsequios, como miel, sidra, jabones naturales y una talla de madera.

También cuatro camisetas, dos de ellas para sus hijas, Leonor y Sofía, de la carrera de montaña que todos los años se organiza por el robledal de Muniellos.

Al bosque, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, se han acercado posteriormente para admirar el robledal más grande de España y uno de los mejor conservados de Europa, con cuya madera se construyeron en su día varios barcos de la Armada Invencible.

"Es un placer y un privilegio vivir en este santuario de la naturaleza", ha subrayado el Rey, al que han acompañado el presidente del Principado, Javier Fernández, la ministra de Sanidad, la asturiana María Luis Carcedo, y las autoridades del concejo.

En la reserva donde habitan una decena de osas con crías y que el fuego ha amenazado en un par de ocasiones, el Rey ha afirmado que la conservación del patrimonio natural es "signo de civilización".

"Nuestra relación con la naturaleza no puede consistir en explotarla abusivamente, sino en saber aprovecharla, en actuar sobre ella con generosidad, respeto y gratitud", ha remarcado don Felipe, que no ha dudado en gritar un "Viva Moal" para elogiar una villa de la que hay referencias históricas que se remontan a finales del siglo XII.

La tradicional comida de campo que los Reyes han compartido con los vecinos en una carpa ha puesto el broche a la visita, que se ha prolongado durante más de tres horas.

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