El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha avisado de que su Gobierno será "inflexible" y "claramente beligerante" a la hora de actuar por la vía penal y administrativa contra las personas que el jueves protagonizaron actos vandálicos en Barcelona durante la jornada de huelga general. Mas ha calificado de "intolerables" estos actos violentos de "gamberrismo" y ha avanzado que el Ejecutivo catalán pondrá en manos de la Fiscalía estos hechos y si, en último término, esta vía penal no prospera, se actuará por la vía administrativa con la imposición de multas.

El presidente catalán ha insistido en que el Ejecutivo mantendrá la misma postura de "no ser tolerante contra los intolerantes", como ya hizo con los incidentes durante el cerco al Parlamento, que acabaron ante la Fiscalía. No obstante, Mas ha reconocido que la ley no es "sólida" y que su cambio es competencia del Estado, por lo que si la vía penal no prospera, ha asegurado que se impondrán multas por la vía administrativa. Esta violencia que utilizan algunos de forma "sistemática" con la excusa de una huelga o de una manifestación y el gamberrismo atentan, ha dicho Mas, contra el bien común y dañan la buena imagen de Barcelona y Cataluña en el mundo.

Respecto a la huelga general en sí, el presidente catalán ha apuntado que ésta tuvo un "seguimiento normal" y que "claramente" no supuso una paralización del país, ni siquiera en el sector público. Si bien Mas ha dicho entender la "reacción" de la gente, incluso la convocatoria de una huelga general, ha considerado que ésta difícilmente conseguirá sus objetivos de cambiar los planes del gobierno del PP que cuenta con mayoría absoluta.

También ha opinado que una convocatoria como la del jueves no ayuda a superar la situación económica actual. "Entiendo que la situación del país es delicada, incluso francamente delicada; entiendo que provoque reacciones en la gente, que quiere mostrar su disconformidad, su crítica o su desesperanza... lo entiendo perfectamente y lo puedo compartir", ha subrayado el presidente catalán. Mas ha defendido, no obstante, la reforma laboral ya que si bien a corto plazo posiblemente no cree empleo, en su opinión es un "instrumento" que sienta las bases para invertir esta tendencia a medio plazo.