España

Gobierno y PNV se dan "un margen de confianza" a la espera de la decisión del Constitucional sobre Bildu

  • Erkoreka matiza la ruptura anunciada por Urkullu mientras Zapatero pide respeto a las decisiones judiciales.

El Gobierno se había comprometido con el PNV "a actuar en sintonía" y, sin embargo, no tuvo en cuenta su opinión en el proceso que acabó con el Tribunal Supremo (TS) impugnando las listas de Bildu. De ahí que los nacionalistas se sientan apartados, y de ahí que la amenaza de retirarle su apoyo se hiciera realidad este lunes. Amaneció el martes y las aguas no habían vuelto del todo a su cauce, pero algo sí se habían calmado. Josu Erkoreka, portavoz jertzale en el Congreso, anunció que ambas partes se habían dado "un margen de confianza", a la espera de la decisión del Tribunal Constitucional (TC), en cuyas manos está ahora el recurso contra la anulación de las candidaturas y, por ende, el futuro de la izquierda abertzale.

Dados los acuerdos que vinculaban a ambas partes, el PNV esperaba actuar "conjuntamente, en sintonía" con el Ejecutivo en las cuestiones que tuviesen que ver con el "nuevo escenario que se abría en Euskadi" después del rechazo abertzale a ETA. No fue así. Los nacionalistas fueron apartados del proceso que acabó con la impugnación de las listas de Bildu y esto provocó "un distanciamiento".

El partido vasco anunciaba que iba a romper "todo tipo de colaboración y apoyo a las iniciativas" del Ejecutivo, lo cual incidiría de manera directa en los Presupuestos Generales del Estado 2012. Este martes, Erkoreka matizó la amenaza, después de haber establecido conversaciones con José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, y con su 'número dos', Alfredo Pérez Rubalcaba.

Tras los matices, el apoyo pasa de estar cancelado a estar en suspenso. Esto significa que Gobierno y PNV han decidido darse un "margen de confianza", a la espera de la decisión del TC sobre las listas de la coalición de Eusko Alkartasuna (EA), Alternatiba e independientes. Después, retomarán "las conversaciones" e intentarán "recuperar una sintonía que no se ha dado".

Aun así, los nacionalistas se declaran en contra de la anulación y siguen defraudados con la actitud de Moncloa: "Está claro que la posición beligerante y vehemente del Gobierno y del ministro de Interior sobre las acciones emprendidas con Bildu no se corresponde en absoluto con el clima que esperábamos nosotros que iba a reinar".

Por ello, la condición sinequanon de los jertzales es que la sentencia del TC sea una carta blanca a la agrupación abertzale, y eso tendría que venir de la mano de "un cambio" de actitud del Ejecutivo. El partido afirma que no tiene reproches para el TS, sino para el Gobierno, porque fue su "impulso político", con una "puesta en escena extrema" de Rubalcaba, lo que provocó que el Alto Tribunal tomase tal decisión.

Erkoreka explicó en TVE que la impugnación de todas las listas sigue el "más rancio estilo Acebes, con un discurso simplón de 'todo es ETA'". A su juicio, la decisión del Supremo no es "un pronunciamiento fundado de un órgano imparcial e independiente", sino "un alegato de parte que tiene como obsesión demostrar aquel argumento sencillo y simplón que, hace 10 años, acuñó el Gobierno de Aznar".

El portavoz insistió en que "los pronunciamientos" de la cúpula gubernamental sobre Bildu, "con el apoyo del PP y de todos los entornos mediáticos", generaron "un humus que influye en todo el mundo". Y con ello se refería a la opinión pública, los ciudadanos y, en última instancia, a los tribunales... "¿O es que los tribunales son ordenadores, fríos y ajenos a las evoluciones sociales?". Los magistrados "son personas que leen los periódicos".

El PP considera que los nacionalistas vascos dieron su apoyo al equipo de Zapatero para "subir impuestos" y aprobar "las medidas más injustas" de recorte social. Ahora que toma una decisión "correcta", retiran ese apoyo. "Ya sabemos cuáles son sus prioridades", sostuvo Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del Grupo Popular en el Congreso.

Zapatero reclama que se respete la decisión de los tribunales

El enfrentamiento entre ambas posturas se hizo tangible ya en la tarde del martes, cuando el senador del PNV Iñaki Anasagasti acusó a Zapatero en el Pleno de haber "llegado a un pacto con quien sea" para impedir que Bildu se presente a las elecciones. El presidente contestó reclamando un "profundo respeto" a los tribunales.

El nacionalista destacó que hasta Patxi López, lehendakari y del PSOE, ha hecho hincapié en que tanto EA como Alternatiba son partidos democráticos. El mandatario incidió en que la última palabra al respecto la tiene el TC. Anasagasti sostuvo que  la exclusión de la izquierda abertzale de las municipales del 22-M "no es la mejor manera para normalizar una situación, sobre todo cuando se ha cumplido a rajatabla la Ley de Partidos Políticos".

Horas antes, Rubalcaba había aseverado que, con independencia de la actitud que adopte el PNV, el Ejecutivo "no va a suspender" el diálogo con este partido, sino que va a intentar acentuarlo. Ambas partes saben que sus posiciones sobre la legalidad de la coalición son "distintas".

Ya lo sabían antes de que el TS se pronunciara. De hecho, poco antes de que diese la noticia, estuvieron hablando al respecto, según defiende el vicepresidente. Eso sí, en ese momento, el titular de Interior desconocía cuál iba a ser "la voluntad" del PNV "en función de la sentencia del Supremo".

Las posturas distintas son "normales", porque se dan en "momentos" en los que se está "abordando el fin del terrorismo". Rubalcaba cree que, en el fondo, todo tiene que ver con "la velocidad del proceso"... "Hay quien quiere ir más deprisa y hay quienes pensamos que se debe ir más despacio". De hecho, "el tema no debe ser fácil cuando el propio Supremo se ha dividido".

El Gobierno es consciente de que "estas discrepancias no ocultan el objetivo común y compartido, que es acabar con el terrorismo", por lo que aboga por no "dramatizar".

Mientras, José Antonio Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso, confía en que el PNV continúe cumpliendo sus compromisos para dar estabilidad política, dadas las consecuencias que tienen las convulsiones políticas en un contexto económico internacional "volátil".

CiU "·no va a ser la muleta" del PSOE

Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, dejó claro este martes que existe "una gran distancia" entre el Gobierno central y la Generalitat, por lo que ésta no va a hacer de "muleta" tras el anuncio del PNV.

Los nacionalistas catalanes continuarán apoyando al Ejecutivo en aquellas iniciativas en las que coincidan con él: "Vamos a continuar haciendo exactamente lo mismo", dijo antes de aludir al contencioso que enfrenta al Ejecutivo catalán y al central por el Fondo de Competitividad y el principio de lealtad institucional.

"Si el Gobierno pagase el Fondo de Competitividad sería algo que CiU no podría dejar de considerar positivo, pero eso no necesariamente tiene que llevar como contrapartida un apoyo estable al Gobierno o el respaldo a los próximos Presupuestos".

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