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España

Fernández rechaza hacer "una barricada ética" ante el PP por el caso Gürtel

  • El presidente de la Gestora socialista cree que su compromiso es hacer lo mejor para España y admite que en la militancia "hay una parte mayor" contra la abstención, pero no pueden ir a elecciones cuando sus votantes no las quieren.

El presidente de la Comisión Gestora que dirige el PSOE, Javier Fernández, ha afirmado este martes que la corrupción en el PP ha sido "oceánica" pero ha defendido que no puede "construir una barricada ética ni moral" frente a este partido, porque debe "respetar" a los ocho millones de españoles que les han votado. 

Así ha respondido el también presidente de Asturias, en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press, cuando se le ha preguntado si cree que el juicio del 'caso Gürtel', y las informaciones que siguen saliendo sobre la presunta financiación irregular del PP, puede hacer más difícil cambiar la posición del PSOE ante una investidura de Mariano Rajoy.  

Fernández ha admitido que existe un "rechazo" en el conjunto de la sociedad, y por tanto en el PSOE, ante la corrupción "oceánica" del PP y la falta de "respuesta" del Ejecutivo 'popular', pero ha apuntado que no puede anticipar "la sensibilidad de los miembros del Comité Federal" ante "todos los sucesos que se vayan a producir". 

Ha insistido en que es este órgano el que debe tomar la decisión sobre la postura del PSOE pero, por su parte, ha explicado que no quiere "construir una barricada ética ni moral ni de los buenos" que le "impida hablar con los malos", porque "esos malos", dicho así, "entre comillas", tienen ocho millones de votantes. "Por mucho que pueda estar en contra de posiciones de dirigentes del PP tengo que respetar a las personas que les han votado y son ocho millones", ha remachado.  

Por lo que se refiere al debate que tiene que asumir el PSOE, y que hará en un Comité Federal que no tiene fecha aún pero que "puede ser" el próximo 23 de octubre, Fernández ha vuelto a defender que debe centrarse en dirimir si los socialistas deben pasar a la abstención o ir a unas terceras elecciones en las que "es probable que el PP esté más fuerte que ahora", una decisión que "no es fácil". "LA PALABRA DADA" 

El presidente de la Gestora ha recalcado que las opciones ya son esas, porque no es posible un gobierno alternativo, y, cuando se le ha preguntado si una abstención no sería incumplir lo prometido, porque en las pasadas elecciones dijeron que votarían no a Rajoy, ha defendido que "la palabra dada es hacer lo mejor para los españoles". 

Y lo que hay que "dilucidar", ha insistido, es "si ir a unas elecciones ahora mismo es lo mejor para los españoles o no", independientemente de que cree que para su partido no lo sería. 

El presidenta asturiano ha reconocido que este debate se tenía que haber asumido antes y ha apuntado que quizás "costaba" afrontarlo y no se hizo en su momento porque la posición del conjunto del PSOE, no sólo de la dirección, era "tan contundente" en su rechazo al PP por la corrupción y por los recortes. 

Y ha admitido que este rechazo "está en las tripas de la gente" por todo lo que ha pasado en el país y la manera en que el PP "no ha afrontado su corrupción", pero ha insistido en que esto es política y "la política exige convivir con la decepción".  

De la misma manera, ha reconocido que, entre los militantes, "hay una parte mayor" que "no desea" que el PSOE facilite un gobierno de Rajoy, pero ha subrayado que "hay otra muy sustancial" que lo que no quiere es que haya nuevas elecciones. 

Pero se ha referido también a los votantes y ha puesto el acento en que el PSOE no puede ir a unos comicios cuando "un 30% de tus votantes no están de acuerdo con esas elecciones y creen que tú eres el que conduce al partido a esa situación", porque eso podría llevarle a sufrir "un deterioro importante".  

En cualquier caso, ha insistido en que ahora lo importante es hacer esta discusión y, para ello, ha dicho que a él le corresponde "bajar la tensión y la intensidad de la corriente" que ha tenido el PSOE en las últimas semanas, para "que las emociones no sean más potentes que la razón" en el debate. "ABSTENERSE NO ES APOYAR" 

Y, en este sentido, ha puesto el acento en que "abstenerse no es apoyar", aunque en España exista "una idea muy frentista de la política". "Tú puedes abstenerte y estar absolutamente en contra de las políticas", ha insistido, para después apuntar que se puede tomar esa decisión para evitar "unas elecciones que son malas para España" y también para el PSOE. 

Dicho esto, no ha querido ponerse en la situación de que, finalmente se decida una abstención y el Grupo Socialista no acuda a esa investidura unido. Por ahora, ha dicho, sólo quiere plantearse el escenario del próximo Comité Federal, si bien ha subrayado que el PSOE es una organización "muy respetuosa con aquello que se ha decidido en el máximo órgano entre congresos". 

Por eso, ha dicho que apelará a esa tradición y a esa historia del PSOE y ha apuntado que, si algún diputado socialista se desvía del voto que se acuerde, tendrá que responder de sus decisiones.  

A partir de aquí, tampoco ha respondido si se planteará una abstención limitada o técnica, es decir, por parte sólo de un número de diputados que sean necesarios para que la investidura salga adelante, pero sí ha dicho que "en principio, si hay abstención, es abstención". "Pero no sé en qué terminos podríamos llevarla a cabo en el Congreso", ha respondido, asegurando después que no ha pensado en este asunto.  

Por otra parte, Javier Fernández ha defendido que el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, tiene "el respeto absoluto del conjunto" del Grupo Socialista por el trabajo realizado y por el que seguirá haciendo, una vez la Gestora ha decidido mantenerlo en este puesto. 

El presidente de este órgano ha defendido que él defendió el 'no' a Rajoy cuando ésa era la postura de la dirección federal, con Pedro Sánchez al frente, y si cambia de posición, también lo hará. "Él es el portavoz de lo que decida el grupo parlamentario", ha remachado. 

Al mismo tiempo, ha explicado que el relevo en la portavocía del Senado se ha llevado a cabo porque quien ostentaba este puesto, Óscar López, no quería continuar. "Hemos hablado con Óscar López y él nos ha dicho que no estaba en condiciones anímicas en este momento para afrontar una situación así", ha dicho.   

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