La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha hecho un llamamiento a todos los grupos a afrontar en esta legislatura la reforma del Senado porque "ya no nos cree nadie" y "para que nos crean, tenemos que hacerla".

Así lo ha manifestado De la Vega durante su comparecencia en la Comisión Constitucional de la Cámara Alta, donde ha instado al PP a que, una vez pase este fin de semana -cuando se celebra el Congreso del principal partido de la oposición-, se siente en la misma mesa con los socialistas y el resto de grupos para tratar este asunto.

De la Vega está dispuesta a iniciar "mañana" el debate para la reforma de la Cámara, al igual que el Gobierno lo está para facilitar los instrumentos de trabajo necesarios.

"Tenemos mucho material, llevamos muchos años y ya no nos cree nadie. Para que nos crean, tenemos que ponernos a hacerlo", ha dicho después de mostrarse optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo y de considerar que, "con voluntad, ésta sería una buena legislatura para la reforma", que, a su juicio, debe abordar en primer lugar las funciones y, después, su composición.

Ese mismo optimismo ha expresado respecto al futuro acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, que se negocia tanto de forma bilateral como multilateral, según ha dicho la vicepresidenta al senador del PP José Ferrández.

El parlamentario ha manifestado su escepticismo ante ese acuerdo porque, en su opinión, va a ser muy difícil "completar el sudoku" que representa la actual situación de las autonomías con la aprobación de algunos estatutos.

A las acusaciones de Ferrández de que el Gobierno socialista pretende cambiar el modelo de Estado, De la Vega lo ha negado al afirmar que lo que trata el Ejecutivo es de mejorarlo "tratando igual aquello que es igual y de modo desigual aquello que es distinto".

Ha abogado por un modelo de financiación basado en la solidaridad y en la corresponsabilidad fiscal para que las comunidades puedan adoptar sus propias decisiones de ingresos y gastos.

En respuesta a los portavoces de los grupos en la comisión, De la Vega se ha referido también a la situación de la Justicia y ha asegurado que antes de agosto el Gobierno remitirá a las Cortes algunos proyectos de ley para la modernización de esa administración.

Asimismo, ha confiado en que se produzca un acuerdo, especialmente con el PP, para renovar las vacantes del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.

Otros de los proyectos inmediatos del Gobierno serán, según la vicepresidenta, la culminación el 1 de julio de la implantación del DNI electrónico y la adopción de medidas para reducir los trámites burocráticos, sobre todo en los siete ministerios económicos, que el Ejecutivo aprobará en el próximo Consejo de Ministros.

Sobre la reforma de la ley electoral, De la Vega ha apostado por el consenso y ha dejado claro que no dejarán "a nadie fuera" del debate.

En relación a la modificación de la Ley de Libertad Religiosa, la también ministra de Presidencia ha recordado que la percepción ciudadana sobre este asunto no es igual ahora que en 1980, fecha de la que data la actual normativa, y ha afirmado que el Gobierno buscará el acuerdo con todas las partes "respetando y exigiendo el mismo respeto".

El único límite será el fijado por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, ha aseverado De la Vega, quien ha insistido en que no se legislará "contra nadie".

Acerca de esta reforma se ha pronunciado el senador de CiU Jordi Casas, para quien se trata de un tema "muy sensible" que hay que administrar "con mucho tino" y sobre el que hay que hacer "un esfuerzo de diálogo".

Por su parte, el representante del PP ha advertido de que su partido se opondrá a la reforma si su objetivo es que la religión "salga de la vida pública".