El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer a la oposición en su discurso de investidura en el Parlamento gallego que "no se enroquen y hagan de su papel un ejercicio estéril". Durante su intervención destacó la estabilidad de Galicia, que "se desmarcó de la incertidumbre de España de los últimos meses" en las urnas.

En un discurso para pedir la confianza a la Cámara lleno de guiños a los grupos que serán la oposición -En Marea, PSdeG y BNG- con ofertas de diálogo sobre los temas de país, Feijóo les solicitó que "no se enroquen y hagan de su papel un ejercicio estéril". Los portavoces de los tres grupos opositores se reafirmaron en su voto en contra mañana a la candidatura de Feijóo y coincidieron en criticar su apuesta por el continuismo, su renuncia a defender a Galicia y sus promesas incumplidas. El candidato a la reelección en el Parlamento cuenta con los votos suficientes para ser investido presidente, ya que el PP obtuvo 41 diputados de 75 en las elecciones del pasado 25 de septiembre.

Durante algo más de hora y media, Feijóo incidió en las medidas que ha venido practicando desde que ocupó el cargo por primera vez en 2009 y que revalidó en 2012. Aseguró que "los que sufren", principalmente los desempleados, serán su "primera prioridad" y propuso distintas medidas económicas, como un pacto estable rural, impuestos cero para las personas que se compren un piso en localidades de menos de 20.000 habitantes y la creación de un bono autónomo de hasta 2.000 euros, entre otras.

Apeló a los grupos de la oposición a lograr acuerdos "fructíferos" porque los gallegos, en su opinión, "no reclaman paraísos artificiales sino soluciones más modestas que cambian la vida de las personas" y les señaló que su posición, "la única mayoría absoluta en España", le da a Galicia "una fuerza indiscutible para los debates que se van a abordar próximamente, como la financiación autonómica", concluyó.