El presunto jefe de ETA, Mikel Irastorza, y la pareja franco-española que lo albergaba en Ascain (País Vasco francés) comparecieron ayer ante un juez antiterrorista, según informó ayer a Efe una fuente judicial gala. Los tres fueron conducidos al Tribunal de Gran Instancia de París de cara a una eventual imputación por terrorismo.

Las fuentes indicaron que inicialmente no está previsto que la Fiscalía pida para Irastorza su imputación como dirigente de una organización terrorista, aunque sí su ingreso en prisión. Por su parte, el Ministerio Público reclamará que la pareja pueda quedar en libertad bajo control judicial.

Sus detenciones el pasado sábado se produjeron a raíz de una investigación preliminar abierta el viernes por la Fiscalía antiterrorista de París por "asociación de malhechores con fines terroristas". Según fuentes policiales españolas, con esta operación, llamada Nerín, ETA queda descabezada y contaría ya con apenas cinco miembros liberados en sus filas.

Asimismo, Francia condenó ayer a cinco años de cárcel al etarra Saúl Curto por su pertenencia a la banda terrorista desde su paso a la clandestinidad, a finales de 2007 o inicios de 2008, y hasta su arresto en octubre de 2012. Curto fue condenado por ocho cargos, el principal el de terrorismo por sus vínculos con otros miembros de la estructura logístico-militar de la organización. El Tribunal Correccional de París le impuso también su expulsión al término de su pena de Francia, a donde no podrá volver en 10 años.