La campaña electoral más convulsa e incierta vista en los últimos tiempos en Cataluña echó ayer el telón y la exótica cita ante las urnas de mañana, la primera en día laborable desde las generales de 1982, pondrá números a las posibles combinaciones parlamentarias que acabarán con un constitucionalista o un independentista al frente de la Generalitat.

Entre los 18 dirigentes secesionistas investigados pr el procés brillan el ex vicepresident Oriol Junqueras y el ex conseller de Interior Joaquim Forn (PDeCAT), en la cárcel de Estremera desde el 2 de noviembre, los únicos dirigentes que siguen en prisión, junto a los líderes de la ANC, Jordi Sánchez, y de Òmnium, Jordi Cuixart.

Una circunstancia, la del encarcelamiento de Junqueras, de la que ERC espera sacar tajada electoral. No en vano, la formación republicana montó un acto frente a Estremera, en el que la número dos de la candidatura de ERC, Marta Rovira, denunció que Junqueras permanezca encarcelado sin juicio y pidió "más democracia" para resolver los conflictos mediante el diálogo.

El acto de ERC fue boicotedo por un grupo de la organización ultraderechista Hogar Social, con gritos como "Cataluña es España", "Puigdemont a prisión" o "dónde está el osito". Rovira lamentó que Junqueras no haya podido hacer campaña y defender el programa electoral "en igualdad de condiciones" que el resto de candidatos.

"Queremos decir bien fuerte y claro que está encarcelado por sus ideas políticas, las cuales no sólo no son respetadas sino que son perseguidas, y también está en prisión porque saben que es el mejor candidato para liderar la Cataluña del futuro", afirmó.

Según Rovira, que estaba acompañada de los principales candidatos de ERC en las cuatro circunscripciones catalanas, "algunos han intentado impedir que hiciésemos una campaña normal, pero no lo han conseguido, y si hay una cosa que evidenciamos en nuestros actos es que queremos construir una Cataluña plural desde la diversidad".

El también candidato y ex conseller de Asuntos Exteriores Raül Romeva indicó, minutos antes de que Rovira visitó en el centro penitenciario a Junqueras y que la permanencia de el ex vicepresidente catalán en prisión transmite un mensaje de "represión" por parte del Estado.

Posteriormente han acudido a la prisión siete eurodiputados de la Plataforma de diálogo UE-Cataluña, de ellos tres catalanes, con la intención de visitar a los presos aunque Instituciones Penitenciarias les había denegado el permiso para hacerlo.

Las especulaciones sobre los posibles pactos poselectorales seguirán sobre la mesa tras la votación de mañana. La gran duda es si el rumbo lo marcará la propia ERC o Ciudadanos, la otra formación a la que las encuestas sitúan como posible opción más votada. Sin embargo, los vetos tanto del PSC como de Catalunya en Comú-Podem a la candidatura que lidera Inés Arrimadas, sitúan al socialista Miquel Iceta como la opción más plausible de las del bloque constitucionalista.

Las encuestas pintan mal para el PP de Xavier García Albiol. Es por ello que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha volcado en la campaña electoral. Ayer, en un acto en Barcelona, pidió a los suyos que den un "último arreón" para convencer a todos los votantes indecisos en Cataluña de que "cada voto al PP" hace "más posible" un cambio político en la comunidad y "acerca más un Gobierno constitucional". Los indecisos tendrán la última palabra en una votación para la que presume una participación histórica, de alrededor de un 80%.