Relevo castrense Zapatero se atrevió a dar un paso inédito en la historia de España

"Capitán, mande firmes"

  • El nombramiento de Chacón, la ministra mejor valorada, como la primera mujer al frente de la cartera de Defensa fue uno de los grandes acontecimientos del año

La noticia del nombramiento de la catalana Carme Chacón, embarazada de siete meses, para dirigir el Ministerio de Defensa fue una de las mayores bombas informativas del año que acaba de terminar y su toma de posesión suscitó una expectación sin precedentes.

Pero esta catalana de 37 años, que ya se ha convertido en la ministra más valorada del Gobierno, no se dejó amedrentar y tomó las riendas de Defensa en un acto en el que intentó borrar todas las dudas que había provocado su nombramiento con la máxima sobriedad y un discurso contundente y pragmático en el que apostó por un Ejército moderno, cercano a la sociedad, con beneficios sociales, donde la mujer esté plenamente integrada y que trabaje por la paz y la seguridad en el mundo.

Comenzaba así una nueva etapa para las Fuerzas Armadas españolas que junto a su cambio de mando tuvo que enfrentar un recrudecimiento de la situación en uno de los escenarios donde tiene más militares desplegados, Afganistán, y abrir un nuevo frente nuevo en Somalia, para luchar contra los piratas.

Chacón tuvo que vivir también tres bajas por atentados. El 22 de septiembre ETA mataba en Santoña al brigada Luis Conde de la Cruz y el 9 de noviembre morían el brigada Andrés Suárez García y el cabo Rubén Alonso Ríos en un ataque suicida en Afganistán, su primera crisis política.

Un mes después de su toma de posesión, y tras no renunciar a la tradicional visita a las distintas misiones en el exterior a pesar de su avanzado embarazo, Chacón volvió a hacer historia al ser la primera ministra en dar a luz durante su mandato.

Le reemplazó durante su baja maternal el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, pero seis semanas exactas después del parto, retomó su actividad con su primera comparecencia en el Congreso, un derroche de datos con los que dejó claro a los diputados que sabía muy bien de qué hablaba y no se iba a dejar apabullar.

Una de sus primeras decisiones fue la renovación de la cúpula militar. Nombró como Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) al general del aire José Julio Rodríguez, y Fulgencio Coll, José Jiménez Ruiz y Manuel Rebollo se convirtieron en los jefes de los estados mayores del Ejército, del Aire y de la Armada, respectivamente.

La nueva Directiva de Defensa Nacional, que integrará una Estrategia de Seguridad Nacional, ya está lista y pretende abordar todas las cuestiones de seguridad y defensa de forma integral, combinando efectivos militares y civiles, públicos y privados e involucrando a todos los ministerios afectados. Pero, además, Chacón eliminó el límite "obsoleto" de tener como máximo 3.000 militares en el exterior y puso como tope la capacidad operativa máxima de las FAS: 7.700 efectivos.

Asimismo, se comprometió a hacer realidad el Plan Concilia en los militares -algo que, según la Asociación Unificada de Militares Españoles, es todavía una utopía, aunque la ministra sí disfrutó de ella-, a fomentar servicios sociales en el Ejército, crear un Observatorio de la Vida Militar, actualizar los derechos y deberes de los militares, incrementar el número de efectivos de las FAS de 126.000 a 130.000, aumentar la seguridad de las tropas en el exterior y reducir las instalaciones militares para que sean más efectivas.

En el ámbito internacional, destacó la firma del Tratado para la Eliminación de la Bombas de Racimo, cuyo arsenal Defensa se ha comprometido a destruir completamente en 2009, pero sobre todo el recrudecimiento de los peligros de la misión en Afganistán, la más costosa de las FAS y donde están desplegados casi 800 efectivos.

El contingente español que participa en la misión internacional de la OTAN, la ISAF, sufrió varios ataques y se vio involucrado en un caso de fuego amigo -los españoles mataron por error a un militar afgano que no se identifó debidamente-, pero el peor suceso ocurrió el 9 de noviembre cuando una furgoneta cargada de explosivos embistió a un convoy español, mató a dos militares e hirió a otros cuatro. Fue la primera crisis de Chacón y no dudó en trasladarse a Afganistán para coordinar la repatriación de los fallecidos. El mensaje posterior fue claro: España se mantendría en Afganistán, pero no aumentaría de momento el número de tropas. No obstante, apostaba por un cambio de estrategia y una mayor coordinación entre EEUU y la misión de la OTAN.

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