El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez procesó ayer por integración en organización terrorista a siete presuntos responsables del llamado frente jurídico de ETA, Halboka, entre ellos los abogados Arantza Zulueta y Jon Emparantza, en prisión desde enero. Además de Emparantza y Zulueta, a la que también procesa por depósito de armas y explosivos, se juzgará por integración en ETA a Iker Sarriegui, David Pla, Julen Zelarain, José Domingo Auzpurua y Naia Zurriarain, y a otras tres personas por colaboración con banda armada: Saioa Aguirre, Juan María Jáuregui y Nerea Redondo.

En el auto de procesamiento, el juez explica que los abogados, con Arantza Zulueta al frente, fomentaban la sujeción y sumisión de los presos a la banda, controlándoles mediante visitas de forma que conocían el estado de ánimo y se lo hacían llegar a la dirección así como las circulares de ETA a los presos y los boletines internos de los presos a la dirección.

En su resolución, Bermúdez sitúa a Halboka como una estructura plenamente integrada en ETA, "que se dedica principalmente a la gestión de todo lo relacionado con los presos y ex presos de ETA", y explica que en esta organización estaba integrado el llamado "frente jurídico" formado por los abogados.

Su misión fundamental, relata, era controlar a los presos de la banda para que se mantuvieran fieles a la organización, y en ocasiones hacían llegar a ETA sus comunicaciones, entre las que había "autocríticas", es decir, informes sobre lo que los etarras habían contado en sus declaraciones policiales o judiciales y los fallos que habían facilitado su detención.

El juez se centra especialmente en Zulueta, a quien en su detención se le intervino un pendrive que contenía informaciones sobre vehículos que usaban potenciales objetivos de ETA, uno de ellos relacionado con la ex presidenta del PP vasco María San Gil.