España

La Audiencia de Madrid rechaza el ingreso inmediato en prisión de Flores

  • Declaración de dos horas del ex presidente de Caja Madrid sobre las tarjetas opacas

El ex presidente de Caja Madrid Rodrigo Rato explicó ayer en la Audiencia Nacional que las tarjetas opacas de la entidad constituían "un incentivo perfectamente legal" y cuestionó la "buena fe" de Bankia, cuya denuncia dio origen a la investigación judicial.

En la cuarta sesión del juicio contra los 65 usuarios de las black, acusados de apropiarse de forma continuada del patrimonio de la caja, también intervino su ex director general Ildefonso Sánchez Barcoj, quien aseguró que tanto la entidad como Hacienda incluyeron los gastos que hizo con las tarjetas en su declaración, aunque posteriormente Bankia le sugirió que no era necesario.

Durante cerca de dos horas, Rato se sometió únicamente a las cuestiones planteadas por su defensa y el fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, quien se mostró más incisivo que en la sesión anterior y planteó un denso interrogatorio.

En relación a las tarjetas de Caja Madrid, el ex vicepresidente del Gobierno aseguró que se trataba de un incentivo equiparable a los que se veían "en el resto del sector", y explicó que tenían un límite anual fijado antes de su llegada a la entidad que nunca modificó hasta la integración en Bankia.

Además, reiteró que nadie "ni de Caja Madrid ni de ningún organismo externo" mencionó nunca problema alguno, y añadió que conoció las supuestas irregularidades "como el resto de los españoles", tras la denuncia presentada por el actual equipo de Bankia ante el FROB.

Rato indicó que en el pasado "tenía mucha mejor opinión de Bankia, a la que le presumía buena fe", pero que posteriormente cambió, entre otros motivos, al darse cuenta de que la entidad ocultó el nombre de la cuenta en la que se cargaban las tarjetas, que no tenía justificante de los gastos y que, por contra, se los siguió deduciendo hasta 2015.

Sobre las tarjetas emitidas tras la constitución de Bankia, explicó que "no estaba aumentando la retribución reconocida por contrato y que además estaba limitada por ley" ya que era un mero "elemento de liquidez".

De este modo, ilustró Rato a un contrariado Luzón, que pide para él cuatro años y medio de cárcel, "lo que gastaba se me descontaba de la retribución", todo lo contrario de cuanto sucedió en la época de Caja Madrid cuando las tarjetas eran "un complemento".

Apenas dos horas más tarde era Barcoj el que desfilaba ante la sala, presidida por la juez Ángela Murillo, quien acordó alterar ligeramente el orden en las declaraciones. El ex director general de Caja Madrid relató, a veces en un tono tan espontáneo que despertó las risas ahogadas de los presentes, que todo lo relativo a las tarjetas, con las que gastó 484.200 euros, era responsabilidad de los presidentes.

Por su parte, el ex consejero de Caja Madrid en representación de IU, José Antonio Moral Santín, sostuvo, en una prolija intervención, que nunca le pidieron justificar los 456.500 euros desembolsados con una tarjeta que, explicó, se trataba de un método de remuneración, "no de retribuciones".

Hoy declararán otros acusados como el ex secretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga y el que fuera representante del PSOE en Madrid Antonio Romero Lázaro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios