Desafío soberanista

Artur Mas pide a ERC no afrontar el futuro con mentalidad "regional"

  • El presidente catalán defiende también superar la "mentalidad de querella" ahora que el TSJC ve posible desobediencia.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha advertido de que "no se puede aspirar a la libertad y a tener un Estado propio con una mentalidad autonómica o regional", en alusión implícita a ERC, con el que negocia cómo proseguir el proceso soberanista. Por eso ha defendido un "cambio de chip", durante su discurso en una conferencia que cierra este viernes los actos del Govern del Tricentenario por los 300 años de la caída de Barcelona en la Guerra de Sucesión.

Ha asegurado que ahora se debe encarar "la recta final" del proceso soberanista y ve posible encarrilarlo para que tenga un desenlace positivo para sus objetivos, pese a las incertidumbres y debilidades que pueda haber. El presidente ha arrancado su intervención pidiendo excusas a los asistentes por no poderse quedar durante toda la mañana en la conferencia: "Se me ha vuelto a acumular trabajo. Esto es un no parar".

Luego, en una conversación con periodistas antes de irse, ha comentado que este viernes no es necesario que hagan guardia ante el Palau de la Generalitat, al preguntarle si prevé reunirse con el líder de ERC, Oriol Junqueras -con quien despachó el lunes- para abordar el debate soberanista, un adelanto electoral y si debe haber una o varias candidaturas partidarias de la independencia. "Estamos en este punto y, como podéis ver, tiene sus confusiones, incertidumbres, contradicciones y debilidades, pero debemos hacer todo lo posible para encarrilarlo de manera correcta y positiva", ha recalcado durante su discurso. Después, y dejando claro al auditorio que hacía referencia a la actualidad política catalana, ha dicho: "Tal y como veo que pasan algunas cosas últimamente, noto que hay más mentalidad de poder autonómico o regional que la aspiración a la libertad", por lo que ha instado a los partidos a afrontar un nuevo punto de vista.

En cuanto a que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ve indicios de desobediencia en el propio Mas por la votación del 9-N, ha pedido también superar también la "mentalidad de querella". Mas ha destacado que cualquier persona "con un mínimo de objetividad y con dos dedos de frente" sabe que Cataluña es una nación, que ha logrado sobrevivir pese a las dificultades, y ha destacado algunas singularidades, como la lengua, la actitud ante el trabajo, el talento y la capacidad de integración demostrada en las diferentes oleadas de inmigración. También ha dicho que nunca como ahora Cataluña ha sido "un sujeto de naturaleza política en el conjunto del mundo", y ha dejado claro que es un territorio con muchas posibilidades pese a los múltiples interrogantes que hay sobre la mesa. En este sentido, está convencido de la viabilidad y potencia de un Estado catalán: "Puede aspirar a jugar en la Champions de los países del mundo; así de claro: arriba de todo". Así, ha dicho que hay grandes potencias con amplio territorio y población entre los principales Estados del mundo, pero también países con la dimensión de Cataluña, entre los que ha citado Dinamarca y Austria. Pese a las capacidades de Cataluña, cree que su capacidad de autogobierno está en "regresión", por lo que afrontar el futuro requiere superar una mentalidad regional, de la que él se distancia.

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