Caso Gürtel

El ex marido Ana Mato enchufó en Pozuelo al hermano del alcalde de Majadahonda

  • Jacobo Ortega está acusado de ayudar a Guillermo Ortega a ocultar la titularidad de dos empresas, cosa que hizo porque desconocía sus actividades y "confiaba" en su hermano.

Jacobo Ortega, hermano del ex alcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, ha explicado este jueves en el macrojuicio de Gürtel que tras perder su puesto en el Ayuntamiento de Madrid trabajó en el de Pozuelo cuando en 2003 le nombró el entonces alcalde y ex marido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda.

Considerado testaferro de su hermano y que se enfrenta a cinco años de cárcel, Jacobo Ortega ha matizado, no obstante, que hasta ese momento no conocía personalmente a Sepúlveda, pero que él, entonces, "colaboraba con el partido" y que fue el ya fallecido ex concejal del Ayuntamiento de Madrid (1991-2003) Miguel Ángel Araujo el que les puso en contacto.

Ha relatado además que en ese momento tenía interés en encontrar trabajo porque con la llegada de Alberto Ruiz-Gallardón al Ayuntamiento de la capital se renovó todo el equipo que estaba con el anterior regidor, José María Álvarez del Manzano.

En Pozuelo, ha proseguido, llevaba "todo el tema de hermanamientos", también "el tema de los colegios para llevar a los niños fuera", "visitas al ayuntamiento de otros alcaldes, primeras piedras...".

Ortega ha dicho que conoció al cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, a través de su hermano y al ex tesorero del PP Luis Bárcenas por la prensa "y de tenerle ahí al lado", en referencia al banquillo de los acusados.

A Jacobo Ortega se le acusa de ayudar al ex alcalde de Majadahonda a ocultar la titularidad de dos empresas, cosa que hizo porque, según ha dicho, desconocía sus actividades y confiaba en su hermano.

Apareció así, en 2003, como socio administrador de Sundry, una empresa que el ex alcalde usó supuestamente para blanquear dinero que había recibido de la Gürtel e ingresado luego en Suiza, mediante la compra de inmuebles.

El acusado ha dicho desconocer estas operaciones y creer entonces que Sundry sólo se dedicaba a gestionar un centro de masajes terapéuticos. Ha explicado que accedió a figurar como administrador durante un mes, lo que finalmente se alargó hasta cuatro meses.

En cuanto a Alcancia, ha sostenido que su hermano le había dicho que esa sociedad no tenía actividad alguna y que a él le convenía una empresa así para "poder facturar en caso de irme fuera", en referencia a sus planes de irse a vivir a Suiza con su mujer.

La fiscal le ha hecho ver que en una declaración anterior dijo que había accedido a ser parte de las empresas porque su hermano "no quería figurar", a lo que ha respondido que en ese momento no terminó de explicarse "del todo" y que no sabía por lo que le estaban preguntando, lo que, unido al "mosqueo que tenía encima", le hizo responder así.

En el caso de Alcancia, se enteró por otro hermano que sí tenía actividad y además estaba en pérdidas. "Yo quería una sociedad que no tuviese funcionamiento, que estuviese limpia. En el momento en que me dicen que tiene movimientos y que tiene pérdidas no me resulta interesante", ha explicado.

"Tenía confianza en mi hermano, la confianza normal que tiene uno en su hermano o en un amigo muy íntimo", ha asegurado el encausado a preguntas del presidente del tribunal, Ángel Hurtado, de por qué figuró en las empresas.

Todo ello después de explicar que salió "tarifando" con Guillermo Ortega de un negocio que luego montaron ellos dos y por el que aún le debe alrededor de 100.000 euros.

"Acabamos mal", ha resumido sobre el negocio del que acabó "hasta las narices" porque "no tenía ningún control de lo que se pagaba y lo que no".

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