marisol membrillo. Actriz

"Sin vanidad no hay arte"

"Sin vanidad no hay arte"

"Sin vanidad no hay arte" / josé martínez

-¿Por qué es actriz?

-Por avatares de la vida. Siempre había jugado a serlo, pero no me había planteado de verdad vivir de esto. Pero la vida me puso en esta situación y me quedé donde desde el principio debería haber estado.

-Porque usted iba para química...

-Con el Bachillerato me perdí, como casi todo el mundo con esa edad, empecé a no estudiar... Luego hice el primer grado de FP de Auxiliar de Enfermería y después me fui a Química. Yo soy técnico especialista en análisis y procesos básicos. Y me encantaba. Fue ahí donde encontré un profesor que me dijo: "Tú qué haces aquí, lo que tienes que hacer es teatro". Y empecé a estudiar Arte Dramático. Yo ya había estado trabajando en PTV, estaba haciendo televisión y me encontraba muy bien. Me habían hecho un hueco en un sitio que, digamos, no me correspondía y me sentía muy querida por los compañeros de la Televisión Municipal. Pero ocurrió que el Partido Popular llegó a la Alcaldía y aquello desapareció. Entonces pensé que iba a intentar vivir de lo que me gusta.

-Teatro, televisión, cine... ¿Dónde es más feliz?

-Yo soy feliz interpretando. Todos los medios tienen su chispa. Hace unos años había muchos actores que demonizaban la televisión, pero a mí me ha enseñado mucho, llega a un montón de gente, es un medio de entretenimiento maravilloso, para mayores, para chicos... Puede hacer una labor social que no hacen otros medios. En ese sentido me resulta muy cautivadora. El cine es magia. El otro día vi Moonlight y pensé: "Qué cosas más maravillosas se hacen en el cine". Te enfrentas a un guión, a una historia con principio y final y a un personaje que sabes hacia donde va. Y el teatro tiene la magia del directo, aunque el directo es muy jodido. Da mucho miedo, pero crea un estado único. Es muy emocionante.

-¿Fuera del escenario conviene también saber actuar?

-A mí no me gusta. Ni me interesa. Es verdad que los mayores actores en este país no lo son de profesión... Hay algo muy bonito del ser humano que es la honestidad. Yo en mi vida me he equivocado muchas veces pero me siento muy orgullosa de mantener la honestidad frente a las cosas. Hay algo que nosotros, los actores, vemos: la mentira, el engaño. Por el lenguaje corporal. A veces me siento frente a la televisión y pienso: "Uf, qué mentiroso es ese, o esa". Su cuerpo habla de manera diferente a lo que están diciendo sus palabras.

-¿Cómo está la situación para los actores andaluces?

-Me gustaría hacer una diferencia entre actores y actrices. Hay un gran número de actrices y un menor número de actores. A medida que van cumpliendo edad, los hombres se convierten en interesantes, en atractivos. A las mujeres, conforme cumplimos años parece que nos van retirando. Es verdad que esto está cambiando. Pero incluso papeles que hay para mujeres mayores los están haciendo actrices jóvenes. Este país se vanagloria de ir en el camino de la igualdad y quizá desde esta profesión somos los primeros que no estamos dando ejemplo de lo que supone la conquista de la igualdad. Las actrices con una edad lo tenemos muy complicado, y es muy triste. Cada vez que se cae un proyecto, y pasó el otro día, pienso: "Cuándo volveré a tener un proyecto de estas características". Pero no solo pasa aquí. En Hollywood, ¿qué actriz de 50 años o más sigue estando en la cresta de la ola y pudiendo elegir? Muy pocas.

-¿En el sur hay más creatividad?

-En el sur hay luz. Y la luz te hace activo. Yo conozco gente muy creativa, por ejemplo Alberto Rodríguez, de lo mejor del cine andaluz. El porcentaje de actores andaluces en producciones nacionales, gracias a Plaza Alta, ha crecido. Ahora hay muchos actores y actrices (José Luis García Pérez, Álex O'Dogherty, Belén López, Cuca Escribano...) que ya no hacen de señoritos o criadas. La luz es importantísima para la imaginación.

-¿En España hay un star system?

-Sí, la televisión ha creado eso de alguna manera. No garantiza nada, pero sí ha cambiado algunas cosas. Si te encuentras en la cartelera una película con Dani Rovira, seguramente entrarás a verla. A mí esto del star system no me gusta porque quita oportunidades. Por otra parte, creo que cuando alguien se sienta a ver una película o una obra de teatro lo que le interesa fundamentalmente es la historia.

-¿Es más difícil hacer reír que llorar?

-Sí. Hacer llorar es más fácil porque en la condición del ser humano el llanto está muy presente. Para mí es una asignatura pendiente hacer una gran comedia.

-¿Y algún personaje que le gustaría hacer?

-Seguramente, alguna reina de carácter. Una mujer con importancia en la sociedad... Me gustaría hacer, no sé, de Angela Merkel.

-Cómo espectadora, ¿qué género prefiere?

-El social.

-¿Cómo ha sido la experiencia de Las chicas del cable?

-Muy buena. Me da alegría ver una serie protagonizada por mujeres, esas mujeres tan fuertes luchando contra esa sociedad... Yo ni sabía lo que era Netflix, no me imaginaba la repercusión que tiene. Yo de pequeña lo que quería era permanecer en la vida... y esto de ser actriz te lo permite. Soy muy vanidosa.

-¿La vanidad es una característica inevitable del creador o del artista?

-Sin vanidad no hay arte.

-Y seguramente es compatible con la humildad en otros ámbitos...

-Desde luego. Los contrarios son bellos.

-¿Algún proyecto?

-Vivir.

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