Shapiom Noningo, líder del pueblo Wampís: “Perú se jode antes de ser Perú”
Los pueblos indígenas de la Amazonía peruana llevan años demandando al estado peruano la gestión de su territorio. Uno de ellos es la nación wampís, situada al norte del país, cerca de Ecuador. Shapiom Noningo Sesen, secretario técnico del Gobierno Territorial Wampís, ha participado recientemente en un seminario de americanistas de la Universidad de Sevilla encuadrado en el proyecto europeo Edges.
Pregunta.–¿Qué significa el atuendo que se acaba de vestir?
Respuesta.–Este collar representa los granos de una planta. Los abuelos lo usaban en las visitas importantes como señal de respeto.
P.–¿Y la corona?
R.–Son colores visibles, rojo, blanco, amarillo y negro; son símbolos de respeto, personalidad y se ha dicho que de inteligencia. Éstas son las plumas de un tucán.
P.–¿Tiene un significado el término wampís?
R.–Es un pez del Perú. A los guerreros wampís nos atribuían su agilidad y rapidez cuando teníamos los conflictos.
P.–En Perú se ha nombrado al séptimo jefe de Estado en ocho años. Permítame la pregunta tópica: ¿en qué momento se jodió el Perú?
R.–No sé de qué Perú hablamos. Para nosotros es un país colonial. La pregunta debe ser cuándo se jodieron los pueblos indígenas originarios. Creo que cuando llega la colonia española y etcétera. El Perú se jode antes de ser Perú.
P.–Habla de que el pueblo wampís tiene un estilo propio de gobernanza. ¿Cómo se diferencia de la del Perú?
R.–Como decía, Perú es un país colonial, una copia de la Corona española. Ese pensamiento colonial existió, existe y seguirá existiendo y su gobernanza está pensada para un solo tipo de ciudadano, un pensamiento, una historia, un territorio y una sola realidad cuando, como reconoce el estado mismo, hay 55 pueblos distintos. Y nosotros sabemos que son 65 pueblos solamente amazónicos, cada uno con sus características culturales, históricas, geográficas e incluso de pensamiento.
P.–¿Cómo se toman las decisiones políticas en el pueblo wampís?
R.–Nuestro sistema de gobierno funciona mediante asambleas comunitarias y una asamblea general. Es como venimos funcionando en la actualidad. Hemos hecho mapas con la memoria de los sabios y sabias y lo que pedimos es que ése es nuestro territorio originario y que lo queremos conservar.
P.–Dé algún detalle más.
R.–Buscamos el equilibrio de la naturaleza a la perpetuidad, es a lo que nos hemos comprometido con el gobierno peruano. Tenemos un territorio de más de un millón de hectáreas conservadas milenariamente y nos comprometemos a utilizarlas de modo racional. Y nos deben respetar, ¿no? No queremos extractivismos, no queremos el petróleo que contamina. Hay distritos amazónicos donde ha habido explotación petrolera durante cuarenta años y donde hoy sólo queda pobreza.
P.–¿Cómo es su tierra?
R.–Somos 16.000 habitantes ubicados entre dos cuencas fluviales y dos regiones, según la clasificación del Perú. Las dos cuencas estaban limpios y fueron fuente de vida hasta los años de 1980. Esas aguas están ahora en un proceso de destrucción por los taladores y los mineros ilegales. En la minería se emplean productos tóxicos que, según la ciencia, tienen efectos nocivos en las personas.
P.–¿Cuál es el mineral que busca el furtivo?
R.–El oro. Siempre hubo un interés de los incas, de los españoles, del estado peruano... Hubo una explotación importante con la mano barata de los wampís y del pueblo shuar que generó una fuerte reacción, una matanza y una guerra. Luego se calmó. En los años 80 hubo un grupo de personas sacando oro de un modo artesanal. Y los naturales sacaban manualmente su oro para las cosas cotidianas. Después, sobre el año 2010, el oro se empieza a sacar con maquinaria pesada que lo destruye todo.
P.–¿Adónde llega ese oro?
R.–Estados Unidos, India... Posiblemente también a España, pero ustedes no saben de dónde ni cómo viene ese oro, destruyendo bosques y contaminando ríos. Es lo que el mundo no sabe o, si lo sabe, se hace el loco.
P.–¿Qué tiene el oro para ser tan preciado?
R.–Yo le preguntaría a los ciudadanos del mundo, ¿por qué le dan tanto valor al oro? Para nosotros ha sido históricamente un material importante pero no hemos crecido con oro. Los incas lo usaron para sus adornos. Y el pueblo wampís tal vez lo use para ganarse una platita pero no para ser millonario.
P.–Hay un asunto, la educación, al que le dan una gran importancia.
R.–Históricamente fue una educación, como dicen ustedes, constructivista, un modo de formar la personalidad de padres a hijos. En ese proceso, el mayor va enseñando al niño a valorar, a no robar, a no ser haragán, a ser respetuoso con el vecino.
P.–¿Y ahora?
R.–Viene un maestro que enseña a escribir el abecé y las matemáticas pero no enseña los valores.
P.–¿Cuál es el sistema educativo wampís?
R.–Tiene que ser conforme a nuestro esquema de pensamiento, una educación orientada a la persona, que respete a la humanidad y la diversidad cultural del mundo y respete la naturaleza y la biodiversidad. Es nuestra filosofía educativa.
P.–¿Acepta la crítica que apunta al machismo existente en las sociedades amazónicas?
R.–Como a ustedes, los ibéricos, nos han dicho que somos machistas. En alguna parte quizá tengan razón, pero históricamente la gobernanza originaria wampís nace de dos principios: la existencia de la naturaleza y de la mujer. Por eso en nuestro estatuto existe un capítulo dedicado a la mujer que incluye el respeto y la promoción de sus derechos y actividades.
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