l El comentario más escuchado estos días en las calles del centro y en las colas de los comercios es: ¿dónde está la crisis? A tenor de las largas esperas para pagar un regalo, de la falta de existencias ya en muchos establecimientos y de la cantidad de bolsas que llevan los ciudadanos -raro es el que no cae en capturar un paquete para facilitar el trabajo a los Reyes Magos hoy- parece que la dificultad económica no era otra cosa que esperar a gastar todo en unos días, los de las rebajas, esperadas este año como agua de mayo. El afán consumista espera satisfacer los objetivos de los empresarios, que se quejan de que no se ha comprado lo que otros años. Para eso nos animan con descuentos desde el primer día propios de segundas oleadas de rebajas y hasta de últimos días. Por como están las calles desde el 2 de enero, los Reyes se esperan generosos.