Gustavo suárez | Presidente del Comité Español de Unicef

"La huella digital persigue a los niños durante toda su vida"

"La huella digital persigue a  los niños durante toda su vida"

"La huella digital persigue a los niños durante toda su vida"

-La Convención de los Derechos del Niño acaba de cumplir 30 años. ¿Los celebra con buena salud?

-Queda mucho por hacer, pero fue un tratado revolucionario. Los niños son el grupo social más vulnerable de todo el género humano y la convención reconoce que tienen derechos propios. Introdujo también un principio de acción para los gobernantes: el interés superior del niño cuando sus derechos entran en conflicto con los del adulto. Cuando se hace una ley, hay que pasarla por el tamiz de los derechos del niño. Además, la convención concedió el principio de participación de los niños en los asuntos que puedan afectarles. En 30 años, ha cobijado un avance importantísimo. Hay más niños que sobreviven a una edad temprana, hay enfermedades erradicadas o que ya no son mortales y hay muchos más niños que van a la escuela. El problema es que no se aplica por igual en todos los países ni a todos los niños.

Hay países desarrollados donde se saca a las niñas de las escuelas para entregarlas en matrimonio"

-¿Esta desigualdad en el cumplimiento depende sólo de la zona del mundo en la que nace un niño?

-La mayor amenaza que se cierne ahora contra los derechos de los niños es el cambio climático. Si el clima seca el territorio en el África subsahariana, genera hambre y pobreza. No se puede medir con el mismo rasero el cumplimiento de los derechos de los niños. Pero 76 millones de niños viven en la pobreza en los 41 países más ricos del mundo. No sólo es un problema de los países en desarrollo.

-¿A qué se dedica Unicef en esos países ricos?

-Muchas veces tenemos que aclararlo. Aquí desarrollamos programas de ayuda a los países que no tienen el suficiente grado de desarrollo para tener un comité nacional. Los 33 comités nacionales en los que se distribuye Unicef trabajamos para los otros 190 países. En España no podemos suplir al Estado. Aquí, además de recaudar fondos para hacer programas en los países en desarrollo, intentamos influir en la acción pública y generar el interés por los derechos del niño y su cumplimiento. Que los contenidos de la Convención se estudien para que las nuevas generaciones crezcan sabiendo cuáles son sus derechos.

-Dígame un ejemplo de esa tarea en España.

-Nos costó mucho trabajo, pero convencimos a los partidos para elaborar una ley contra la violencia infantil. Se hizo, pero decayó. Ahora, después del 10-N, llamamos a la puerta de las fuerzas políticas para que vuelvan a presentarla.

-Antes de dirigir Unicef en España tuvo cargos de importancia en el Gobierno. ¿Los políticos de hoy son más receptivos que en sus tiempos como ministro?

-Queremos que lo sean más todavía. En cada campaña electoral, Unicef presenta sus exigencias a los partidos. España tiene unas cuantas asignaturas pendientes. Tenemos un grado de pobreza infantil importante. No es la pobreza de los niños del Sahel. No es la pobreza radical de no tener alimentos para comer, pero provoca que uno de cada tres niños tenga sobrepeso porque come mal. La pobreza infantil española consiste en que los niños no puedan encender la calefacción en invierno.

-¿No es paradójico que se preocupen en España de la obesidad y de la desnutrición en el resto del mundo?

-Hay muchas hambres. El hambre de la pobreza es terrible, porque arrastra a las generaciones futuras. Es muy difícil salir de la trampa de la pobreza si no tienes el mínimo. Es el hambre más poderosa, la que genera la pobreza extrema. Hay un hambre que es malnutrición, mala alimentación. Existe lo que llamamos hambre oculta, que consiste en que los alimentos ingeridos no proporcionan las vitaminas necesarias para el desarrollo. La mitad de los niños del mundo padecen esta hambre oculta.

-Unicef celebra el día del niño y también el de la niña. ¿Dejará de ser necesaria esta distinción algún día?

-Ojalá. Las niñas son el grupo más vulnerable dentro de la infancia. Esto sigue siendo así. Es mucho más acusada la violencia que se ejerce sobre las niñas.

-¿También hay diferencias entre países?

-También, pero hay países desarrollados donde se saca a las niñas de las escuelas para entregarlas en matrimonio. El trabajo infantil es más gravoso para las niñas que para los niños y hay tres millones de niñas que son mutiladas cada año. El 15% de las niñas entre 15 y 19 años han sufrido alguna vez un abuso sexual. Esto es terrible. Las niñas requieren una acción específicamente positiva.

-¿Y qué hay de la relación entre los niños y las nuevas tecnologías?

-La Convención del Niño se aprobó 11 días después de la caída del muro de Berlín. Por aquel entonces se inventó la world wide web. Uno de cada tres niños del mundo utiliza internet. Esto genera beneficios, tantos que los avances en 30 años son exponenciales. Hemos avanzado más en temas educativos en los últimos 50 años que en los anteriores 500. Pero genera problemas, como la adicción o la huella digital, que persigue a los niños durante toda su vida.

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