Entrevistas

Una cumbre de calado mundial

l La cumbre de Copenhague contra el cambio climático comenzó ayer con demasiadas esperanzas de que los países participantes alcancen un compromiso firme y ambicioso de reducción de emisiones en los próximos treinta años. La Unión Europea presionó a Estados Unidos y China, los dos mayores contaminadores del planeta, para que hicieran propuestas de mayor calado. La delegación de Estados Unidos avanzó la intención de Obama de declarar las emisiones que provocan el calentamiento global peligrosas para la salud, lo que daría manos libres a la Casa Blanca a la hora de tomar medidas, sin tener que contar con la aprobación del Congreso. En los aledaños del recinto donde se celebra la cumbre, numerosos ciudadanos mostraron su preocupación con curiosos disfraces o iniciativas como la de la imagen.

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