Chiqui de Cos | Matrona, IBCLC y experta de anquiloglosia

“Hay mujeres más informadas sobre lactancia que los propios sanitarios”

Chiqui de Cos, en su consulta.

Chiqui de Cos, en su consulta. / Manuel Aranda

–La OMS recomienda lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses. ¿Cree que es posible cumplir hoy en día con esta recomendación?

–Es muy complicado por los permisos de descanso maternal y de lactancia. La incorporación al mundo laboral de la mujer nos exige trabajar a los tres meses y poco o cuatro y la que tiene un poco de suerte y puede juntar la lactancia y vacaciones se puede quedar en los cinco o seis meses, pero son muy pocas. Además, la mayoría de los trabajos les impiden tener tiempo para hacerse extracciones y continuar con la lactancia materna. Es un sacrificio tan grande que la mayoría de las mujeres no pueden hacerlo. Yo, por suerte, al trabajar en un hospital, mis compañeras me cubren los ratos que me tengo que sacar leche y llevo 8 años de lactancia ininterrumpidos.

–¿Los profesionales sanitarios están actualizados para poder ayudar a las mujeres que lo deseen a tener una lactancia materna exclusiva?

–En general hay un interés mayor por la lactancia materna porque es el reclamo que existe entre la población. Ahora hay una tendencia hacia lo natural y las mujeres reclaman a los profesionales que haya una mayor formación en lactancia materna. Están tan informadas que, en muchos casos, saben más que los propios profesionales sanitarios. Por lo general, la formación en los profesionales sanitarios es escasa y la poca que hay está desactualizada. O sea, hay un gran trabajo por parte de los sanitarios, tanto públicos como privados, de formarse en este tema.

–Hay quien opina que la lactancia materna es una esclavitud y que los niños se crían igualmente con biberón.

–Si lo que queremos es desmaternizar a la madre y quitarle su papel como mujer y que los biberones los dé el padre… El padre lo puede hacer todo menos dar la teta. Si lo que queremos es que el padre esté toda la noche currando y la madre descanse nos surgirá otro debate, cuando el padre lleve muchas noches sin dormir va a querer tirar de la madre y al final esclaviza a la madre al levantarse por la noche. Lo más cómodo por la noche es ofrecer el pecho a demanda en la cama y que el niño se enganche solo cuando él quiera. La esclavitud es que tú tienes que trabajar y te tienes que esclavizar a un sacaleches, no a un bebé. Y llegas a tu casa y tienes un bebé por cuidar y todo por hacer. Y en eso no se trabaja, se trabaja en quitarle responsabilidades a la madre e implicar más a los padres, lo cual implicar a los padres me parece perfecto, pero sin quitarle el papel a la mujer. Al final, acabaremos las mujeres trabajando 14 horas en las fábricas como en la edad industrial, se bajará muchísimo la natalidad y enfermarán mucho más los niños porque no están con sus madres. La lactancia no es solo alimento, tiene muchos beneficios en cuanto a inmunidad, además del vínculo materno.

–¿Cree que la pandemia ha afectado negativamente a la lactancia materna por la falta de apoyo presencial a las madres?

–Por supuesto, porque si han tenido dificultades no han podido acceder a otras madres y a colectivos de apoyo, y además no acudían a consultas médicas, además, del estrés por el confinamiento. Sin embargo, también las mujeres se han visto beneficiadas del mejor establecimiento de la lactancia al haber tenido un tiempo sin visitas, sin opiniones, sin familiares en su casa... y estableciendo el inicio de la lactancia, un primer vínculo que es muy importante.

–Su primer hijo fue el que le hizo especializarse en anquiloglosia, ¿no?

–Sufrí la impotencia de saber que hay un problema pero que nadie lo quiere ver. Ahí me di cuenta de que como matrona estaba súper mal formada en lactancia. Fue el doctor Luis Ruiz de Barcelona el que operó a mi hijo de frenillo y el que me animó a esto porque se dio cuenta de que aquí nadie lo sabía. Cuando lo operó, estuve una semana sentada en su consulta amamantando y cada vez que venía un chiquitín a una valoración, me hacía entrar, diagnosticarle el frenillo y me lo explicaba todo. Gracias a él fui la primera especialista en Andalucía y cuando mi consulta estaba a tope y me venía muchísima gente de Sevilla decidí formar a una amiga, la doctora Carmen Vega, que es ahora mismo una de las referentes más importantes de España en anquiloglosia.

–Hoy en día casi todo el mundo ha visto dar un biberón a un bebé pero no es tan habitual ver en público una mujer amamantando.

–Yo, cuando vienen mujeres a la consulta, les pregunto si al Nenuco le dieron pecho o biberón y la respuesta es que biberón. El Nenuco viene con su biberón, no viene preparado para dar el pecho y las niñas directamente no saben de lactancia, no tienen ni idea y muchas ni siquiera han visto amamantar a un bebé. Antes cualquier vecina, tía o amiga daba el pecho y las niñas lo imitaban.

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