Pere Gimferrer, poeta y editor

"Si alguien habla muy bien el catalán o el castellano suele ser extranjero"

  • Uno de los mayores poetas vivos en castellano y en catalán. Es editor de Seix Barral y miembro de la Real Academia Española desde 1985. Su última obra, 'Rapsodia', es uno de los libros de poemas más vendidos en 2011.

-Escribe en catalán y en castellano. ¿Qué idioma prefiere ahora?

-Ahora estoy escribiendo poco, más en castellano que en catalán, aunque puedo hacerlo en cualquiera de los dos. Pero desde febrero, cuando se publicó Rapsodia, sólo he escrito dos poemas y apenas prosa.

-Su última obra, 'Rapsodia', ha sido el libro de poesía más vendido durante varias semanas. ¿Lo esperaba? 

-No. Pese a su brevedad, porque es un poema unitario, es un libro difícil. Pensaba que sería minoritario. Ha tenido más lectores de los que esperaba.

-¿Qué nos puede decir como autor de 'Rapsodia'?

-Está escrita en seis días y revisada durante varios meses. Carece de argumento, aunque no de tema. Se aborda la poesía en general, y particularmente la relación entre vida y poesía; si se quiere entre vida y arte. Trata la relación de lo vivido con lo artístico, las edades de la vida… He intentado jugar con referencias a la literatura y el arte de otras épocas. 

-¿Es su mejor obra?

-Juan Marsé me dijo recientemente: "si hubiera escrito antes mi último libro (la novela Caligrafía de los sueños) me hubiera ahorrado otros". Eso lo puedo decir yo también de Rapsodia.

-¿No es un lío simultanear catalán y castellano?

-En la vida cotidiana no lo es. No conozco a ningún catalán que no sea bilingüe. También es cierto que son pocos los que escriben o hablan impecablemente uno o los dos idiomas. Si alguien habla muy bien el catalán o el castellano suele ser extranjero.

-¿Al hablar o escribir, piensa en un idioma y traduce mentalmente a otro?

-Estoy en desacuerdo con eso. En contra de lo que dicen algunos, no piensas en palabras. Se piensa en imágenes e ideas y las expresas en la lengua que estás usando. Puede que algunos traduzcan según piensan, pero en general no es así.

-Se ha llegado a decir que Gimferrer podría ser el primer Premio Nobel de Literatura en catalán…

-Yo nunca he dicho eso.

-Pero lo han escrito otros...

-Si me dieran el Nobel, que me parece improbable, sería por toda mi obra; no se puede separar lo que he escrito en catalán y en castellano. Hay casos de Nobel bilingües. Isaac Bashevis Singer, de origen polaco, escribió en yiddish y también en inglés. El premio se da por todo lo que has escrito. Aunque ya digo que lo veo improbable.  

-Al menos recibió un premio conjunto con un Nobel, con Mario Vargas Llosa.

-Sí, el Premio Paquiro. Pero en ninguno de los dos casos fue por la obra literaria, era un premio taurino. Me dio alegría recibirlo con Vargas Llosa porque lo conozco desde la época en que vivía en Barcelona. Yo le edité libros en Seix Barral. A cada uno nos gustan los toros a nuestra manera.

-¿Qué opina de la prohibición taurina en Cataluña?

-Ante todo es ridículo. Además es una incoherencia, porque a Cataluña siempre le ha gustado mirarse en el espejo de Francia, donde el Estado lo ha declarado bien de interés cultural. Es desagradable. Personalmente, como catalán, me hace sentirme incómodo. Es un disparate, porque se conocen fiestas de toros en Cataluña desde el siglo XIV. Hubo muchos toreros catalanes, incluso los hay ahora.

-¿Es posible rectificar y que se mantengan los festejos taurinos en Cataluña?

-Sin la menor duda. Hay un recurso presentado al Tribunal Constitucional. Según lo que pase, también se puede recurrir a Europa, porque Francia lo ha incluido en su patrimonio cultural y en Europa no hacen nada que vaya en contra del Estado francés. Pase lo que pase, en España ya se prohibieron y los sigue habiendo.

-¿Quiénes son sus toreros preferidos?

-De los que vi en mi infancia, El Viti y Diego Puerta. De ahora, José Tomás, que ha recuperado a una parte de la afición con un toreo exigente y arriesgado. También otros, como Morante, El Juli, Manzanares, o el recién jubilado César Rincón.

-Además de Octavio Paz, Vicente Aleixandre y Lorca, ¿quiénes son sus poetas preferidos?

-Junto a esos, hay que incluir a Góngora, Garcilaso, Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez. De otras literaturas, destaco a Dante, que para mí es el mejor que ha habido nunca.

-En su labor como editor en Seix Barral, ¿qué ha sido lo más gratificante?

-Un aspecto importante es dar a conocer autores nuevos. Si hablamos de escritores que descubrí para publicar, puedo mencionar, entre otros, a Eduardo Mendoza, en 1973, con La verdad sobre el caso Savolta, y en 1975 a Antonio Muñoz Molina, con Beatus ille, y a Julio Llamazares con Luna de lobos. Otro fue Roberto Bolaño, en 1996, con La literatura nazi en América. Es cierto que  publicó antes, pero no le hicieron caso. A partir de ese libro, aunque no era una novela, tuvo notoriedad.

-¿Y de los más recientes?

-Entre los que descubrí, destaco El vano ayer, de Isaac Rosa. La leí en 2002, aunque se publicó dos años después.

-Aparte de los descubrimientos, ¿qué nos destacaría como editor?

-La recopilación de la obra de autores que habían sido mis maestros, como Alberti y Octavio Paz, además de un libro de Vicente Aleixandre. En literatura extranjera, el libro que más me gustó publicar fue El bosque de la noche, de Djuna Barnes.

-Gimferrer fue uno de los 'novísimos'. ¿Qué ha quedado de ese grupo poético?

-Quedaron las personas. Éramos nueve y ninguno dejó de escribir del todo. Algunos seguimos en la poesía, mientras otros evolucionaron hacia  la prosa, como Félix de Azúa, Vicente Molina Foix y Ana María Moix.

-¿Tiene algún libro en proyecto?

-No puedo adivinar lo que escribiré. No creo que escriba mucho ensayo ni narrativa. Memorias tal vez… Probablemente, algunos poemas; pero en la poesía no se pueden hacer previsiones, no es un acto voluntario.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios