-Su trabajo en Todas las mujeres le ha valido una nominación como Mejor Actriz Revelación a los Premios Goya. ¿Cómo ha recibido esta noticia?

-Es impresionante, me salen palabras muy tópicas como regalo o sueño conseguido pero que ahora mismo, en un momento como este, están llenas de sentido. Sobre todo es alegría y gratitud lo que siento cada día.

-¿Qué significaría para usted obtener este galardón?

-Me parece que es el momento y el trabajo adecuado para llevarse un premio, en concreto por esta película, que partió de un proyecto con muchísimo amor y fue una apuesta muy personal y artística. Vivimos en una época en la que todo está aparentemente muy difícil para hacer cosas, y esto está hecho con poquísimo dinero pero muchísima entrega, mucho talento y mucha generosidad. Que se premiase, y en concreto mi trabajo, sería reconocer eso, las cosas hechas con amor y dedicación.

-¿Qué destaca de su personaje en Todas las mujeres?

-El crecimiento que sufre como mujer porque el paso del tiempo hace que madure y viva de una forma más adulta y más sana ese enfrentamiento con Nacho (Eduard Fernández).

-¿Cómo ve a sus competidoras por el Goya a Mejor Actriz Revelación; Belén López, Olimpia Melinte y Natalia de Molina?

-Cargadas de argumentos para llevárselo también. No miento al decir que quiero llevármelo pero a ellas las veo tan merecedoras como yo.

-Aunque comenzó en teatro últimamente se le puede ver más en televisión y cine. ¿Por qué medio se decanta?

-Yo nunca dejo el teatro, aunque sea en formato pequeñito, como ahora que estoy haciendo una cosa en microteatro. Nunca lo dejo y si me llamaran del Centro Dramático Nacional (CDN) me iría a hacer una producción más grande. El teatro me apasiona y tener al público cerquita me gusta muchísimo. Es cierto que en el último año he trabajado sobre todo en televisión y en cine pero la escena nunca la dejo porque para mí es la savia, va conmigo.

-Nació en Córdoba y se formó en la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba. ¿Qué vinculación mantiene con la ciudad?

-Mucha, porque es mía. Es cierto que no voy todo lo que quisiera pero sí la siento muy cerca y es un referente para mí. Mis años de formación en Córdoba son de lo más valioso que tengo. Es verdad que en Madrid he aprendido mucha técnica y he tenido mucha práctica profesional pero el amor y la pasión viene de los momentos vividos allí.

-¿Hay cantera en Córdoba?

-Muchísima, de hecho hay muchos actores de Córdoba que están viviendo en Madrid. Hay amigas mías, de mi promoción, que están aquí, trabajando en teatro y ganándose la vida. A lo mejor no son famosos ni salen en la tele pero están viviendo de ello. En Córdoba es más complicado, no hay tanta producción, pero hay mucha gente valiosa.

-¿Qué retos se ha puesto en su carrera?

-Uno de ellos es perfeccionar el inglés. No se me da mal pero quiero abrirme un poco al mundo internacional porque ahora hay bastantes coproducciones. Y, por otra parte, me encantaría que me dieran un papel protagonista, sería un reto maravilloso. Me siento muy afortunada en todo lo que he tenido pero me van entrando ganas de un personaje que tenga más peso, que esté presente más tiempo en el escenario o en pantalla, que tenga un arco más grande de acción.

-¿Con qué actor o director le gustaría trabajar?

-En cine me apetecen mucho Fernando León de Aranoa e Icíar Bollaín. Actores y actrices hay tantísimos y tan buenos... Es que somos un país de gente con mucho talento. Me gustaría repetir con Raúl Arévalo y Antonio de la Torre por ejemplo, con los que compartí experiencia en Gordos. También hay mucha gente maravillosa de la serie con la que me gustaría tener más trabajos.

-¿Qué proyectos tiene ahora, además de Amar es para siempre?

-En principio hay un proyecto de teatro, aunque todavía no está cerrado. Este año seguiré dando clases de interpretación y continuaré con la serie, y cuando esto se acabe no sé qué más habrá... Espero que esta nominación al Goya venga cargada de trabajo.

-¿Cómo está siendo su experiencia en la serie?

-Buenísima. Estoy encantada y flipando un poco porque nunca he estado en una serie diaria, siempre he actuado en una semanal. El ritmo de trabajo es más intenso, se rueda muchísimo al día, muchas secuencias... y apenas hay tiempo para el ensayo, pero se cuida mucho el producto por parte de todo el mundo y el equipo funciona como un reloj. Además como hay muy buen ambiente eso ayuda mucho a la creatividad y a que las cosas fluyan. Nunca había estado tan contenta en un rodaje de televisión.

-¿Cree que sus papeles en la pequeña pantalla han impulsado su carrera?

-Sin duda. Tanto el de Pelotas como La fuga, entre otros. Es así, la televisión da mucha más visibilidad. Es cierto que trabajar en Urtain con Animalario me ha dado mucho prestigio y eso es maravilloso, pero no tanta visibilidad como la tele. Con Urtain eran 200 personas al día las que me veían y con Amar es para siempre son millones. Inevitablemente la repercusión es mucho más grande.