Jose Carlos del Toro | Investigador del Instituto Andaluz de Astrofísica

“El Sol es la razón última de nuestra existencia”

Jose Carlos del Toro.

Jose Carlos del Toro. / Álex Cámara

Jose Carlos del Toro es investigador del Grupo de Física Solar del Instituto de Astrofísica de Andalucía, del CSIC. El centro colidera la creación del instrumento SO/PHI que viaja al Sol dentro de la Solar Orbiter rumbo a la estrella desde el pasado lunes. Del Toro y parte del equipo siguieron el lanzamiento desde CaboCañaveral. SO/PHI se ha diseñado para hacer un cartografiado del campo magnético solar. El investigador también ha impulsado iniciativas que abordan la relación entre belleza y ciencia.

-¿Por qué es necesario acercarse tanto al Sol?

-La heliosfera media e interna del Sol ha permanecido inexplorada hasta hace muy poco y es importante visitarla con instrumentos que midan sus propiedades y otros que observen su origen solar.

-¿Cómo nos va a ayudar aquí en la Tierra el trabajo de la Solar Orbiter?

-Por un lado, vamos a avanzar de forma muy notable nuestro conocimiento del Sol y la heliosfera como un sistema único al que pertenecemos. Lo que pasa en el Sol nos afecta de forma directa. Por otro lado, vamos a saber más y ese es siempre un anhelo de los seres humanos.

-¿Y más en concreto?

-Con lo que aprendamos del Sol y el medio interplanetario, vamos a aumentar considerablemente nuestro conocimiento del tiempo espacial y nuestra capacidad de predicción del mismo. Vamos también a aprender aspectos que nos serán útiles para conocer la vida de otras estrellas. Además, tecnologías concretas, que nos hemos visto obligados a desarrollar para esta misión porque no existían, encontrarán, sin duda, campos de aplicación en disciplinas variopintas que nos harán la vida más fácil y más segura.

-¿Qué supone poder hacer cálculos en la propia nave?

-Un reto extraordinario. Los científicos no solemos fiarnos de que nos hagan los cálculos y nos gusta hacerlos a nosotros mismos. Como en este caso no podemos, acometemos la aventura de hacer la ciencia a bordo de la nave. Nunca se había hecho.

-¿Hasta qué punto nuestra estrella define lo que ocurre aquí?

-Nuestra estrella es la razón última de nuestra existencia como seres vivos, pero, además, es el origen de todos los fenómenos que conocemos como ‘tiempo espacial’ ante los que somos vulnerables.

-SO/PHI, el instrumento realizado desde el IAA, supone un hito en el Instituto. ¿Cómo definiría el camino hasta llegar al lanzamiento?

-Largo. Nuestro equipo comenzó en 2002 con el desarrollo del magnetógrafo IMaX para la misión Sunrise, precursor de PHI con el que, desde 2006 estamos batallando para hacerlo realidad. Se trata del esfuerzo e ilusión de muchas personas durante mucho tiempo.

-¿Cuántos años ha llevado el desarrollo de este instrumento?

-De momento llevamos catorce. Nos quedan otros diez, por lo menos, para explotar los datos científicos que proporcione.

-En diez años ¿le habremos sacado todo el partido a la misión?

-¡Qué va! En diez años habrá culminado la misión, pero el análisis de datos puede continuar durante mucho más tiempo. El trabajo científico es arduo y, a veces, tedioso. Debes cotejar todo muy bien, confrontar los datos con los modelos actuales, deducir las conclusiones y someterlo a escrutinio de los colegas mediante publicaciones. Todo ello lleva tiempo y sobrepasará los diez años.

-¿Qué supone para la ciencia en Granada que este instrumento se haya gestado desde el IAA?

-Eso quizá le corresponda decirlo a otros, pero creo que no peco de inmodestia si digo que nuestro equipo ha conseguido responder con éxito a una responsabilidad mayúscula. Hemos puesto a Granada en la vanguardia de la física solar espacial.

-Ha habido varias demoras en el proyecto. ¿Cómo vive un científico esos retrasos?

-Resulta fácil de imaginar. Con una mezcla de frustración, resignación y perseverancia. Forma parte de la emoción de este trabajo.

-Parte del proyecto se ha desarrollado en los años de la crisis. ¿Cómo les ha afectado?

-Ciertamente hemos sufrido como todos los ciudadanos los avatares y vicisitudes de la crisis económica. Hemos tenido que hacer con dos lo que se tenía que hacer con cuatro, pero he de decir que el apoyo que hemos recibido de nuestras autoridades ha sido siempre decidido. No se remonta sólo a 2006, sino que hay que hablar de 2002, cuando empezamos la aventura de la misión estratosférica Sunrise.

-¿Ha tenido momentos de taquicardia?

-Sin duda ha habido muchos desde el comienzo hasta que, esta misma semana pasada nos avisaron de que se retrasaba el lanzamiento unos días. [El lanzamiento se produjo el lunes 10 de febrero de madrugada].

-Ha coordinado actividades en las que ha hablado de Ciencia, belleza y estética. ¿Cómo ve el Sol?

-Sin duda, y ante todo, como una fuente de inspiración estética. Poder entender una pequeña parte de la belleza que observamos y modelarla con ecuaciones proporciona un goce que me atrevo a parangonar con el de los artistas al finalizar su obra.

-Le digo Ícaro y usted me responde...

-Nosotros vamos mejor preparados. Hacemos caso a Dédalo, su padre, y llevamos un escudo calorífugo que nos protege.

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