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leoncio alonso gonzález de gregorio. historiador y duque de medina sidonia

"España no conoce la verdad de la Invencible"

-¿Fue la Armada Invencible un proyecto tan suicida como parece?

-El plan de invasión inicial incluía dos operaciones, una de diversión con desembarco en Irlanda y la principal en Cornualles; ambas se harían desde España, sin contar con Flandes. El presupuesto ascendía a 4 millones de ducados. Finalmente se adoptó un proyecto de desembarco desde Flandes, con el apoyo de una Armada enviada desde España. El plan tenía menor coste, pero muchos cabos sueltos.

-Su antepasado Alonso Pérez de Guzmán ha pasado a la Historia como un hombre poco adecuado para esta empresa.

-Cuando Medina Sidonia tomó el mando en Lisboa, se encontró el caos: tifus, barcos que no podían navegar por falta de carena, deserciones a centenares, alimentos que se pudrían... Medina Sidonia, en poco más de dos meses, consiguió erradicar la epidemia, equipar y reparar los buques, mejorar su dotación artillera, instruir a los pilotos, contener las deserciones e incluso reforzar los efectivos. De tal modo que la Armada zarpó de Lisboa con una elevada moral. Las instrucciones que Medina Sidonia recibió de Felipe II eran llegar a las bocas del Támesis y allí escoltar por el río al máximo responsable del desembarco, el duque de Parma, que habría llegado desde Flandes, suministrándole materiales de apoyo hasta la toma de Londres. Se le indicaba que rehuyera el enfrentamiento directo. El Duque, pese a la inferioridad numérica y técnica de su Armada, consiguió atravesar el Canal y plantarse en Calais, donde estaba la base de Parma, y luego, evitando el desastre, volver a España circunnavegando las Islas Británicas por el Norte. Dadas las características de la misión, el Duque de Medina Sidonia, como bien sabía el Rey, era el único capacitado para realizar la jornada de Inglaterra con posibilidades de éxito. En realidad, lo suyo fue una gesta.

-Parece una ironía que a Felipe II se le conociera como El prudente.

-Después de los triunfos de Felipe II en casi todas las empresas que acometió, como la anexión de Portugal que lo convirtió en virtual rey del mundo, el providencialismo acompañó sus decisiones, relajándose su proverbial prudencia.

-¿Cuál fue el papel de su antepasado en el saqueo de Cádiz?

-En abril de 1587 Londres estaba al tanto de los planes de la Armada y haciendo caso a Drake mandó una flota contra puertos desprevenidos. El corsario atacó Cádiz, donde robó las vituallas almacenadas y hundió decenas de barcos. Poco pudo hacer el Duque, nadie estaba preparado para algo así. Defendió Cádiz con eficacia y los ingleses no pudieron entrar en la ciudad. También dio instrucciones para que la flota del Tesoro de Nueva España cambiara el trayecto de regreso a España, y consiguió despistar a Drake. El ataque mermó uno de los activos que más cuidaba Felipe II: la reputación.

-En su casa no se mencionará a Drake...

-Drake era un excelente marino. A veces olvidaba las órdenes para dejarse llevar por la avaricia, pero defendió los intereses de su país y fue caballeroso con los prisioneros españoles.

-¿Cómo eran las relaciones entre el duque de Parma y Medina Sidonia?

-Analizando la correspondencia de Medina Sidonia con Parma se observa cómo va aumentando su extrañeza ante el silencio del interlocutor. Una vez instalado en Calais con su Armada, en una posición muy comprometida, Medina Sidonia envía emisarios. Jorge Manrique, veedor de la Armada, alto funcionario del gobierno de Felipe II, mandó una demoledora carta al Rey en que ponía en cuestión el cumplimiento por parte de los subalternos de Parma de sus órdenes.

-¿Cuál fue el papel del espionaje inglés?

-El secreto era esencial para el éxito de la misión y éste se perdió pronto por la eficacia de las redes de inteligencia inglesa y por las dificultades de mantener oculta una misión de tal envergadura. Llegaron informes a Londres de compras masivas de provisiones en los puertos de Europa. Pero la guinda fue la filtración que se produjo en el Vaticano a principios de 1587. Alguien copió el plan de combate de la Armada que tuvo que enviar Felipe II a Roma para que Sixto V le entregara la contribución financiera prometida. El Vaticano finalmente no soltó un ducado, pero sí fueron aventados todos los detalles del proyecto, que incluso se publicaron en Londres y fueron un auténtico best-seller.

-Se habla del fiasco de la Armada, pero no tanto del de la Contra-Armada

-Muestra del extraordinario control inglés de la propaganda. Le aseguro que la Contra-Armada, que mandó Isabel I en 1589, lo fue y bastante más grande en pérdidas humanas y materiales que el sufrido por la mal llamada Invencible.

-Un resumen de Felipe II: "No envié mis naves a pelear con los elementos"...

-Totalmente cierta. La universidad de East Anglia realizó un estudio meteorológico de julio a octubre de 1588 que muestra una presencia constante de profundísimas borrascas y vientos adversos para los intereses de la Armada. Fueron los principales causantes del fracaso.

-Y "en lo que Dios hace no hay que perder ni ganar en reputación, sino no hablar de ello".

-La frase fue dramática para mi antepasado. Al imponerse el silencio nada pudo hacer para defender su crédito. Yo viví en mi adolescencia con vergüenza la supuesta indignidad de mi antepasado y de ahí surgió mi interés en mostrar la verdad, ya que la realidad que rodeó a la Invencible en su jornada es desconocida en España.

-¿Conoce los escenarios de la Armada?

-Sí. Además, he tenido el honor de dar en Dublín una conferencia sobre la Armada. Lo que más me emocionó fue comprobar el grado de identificación que el pueblo irlandés mantiene con la Invencible, que se ha convertido en uno de los hitos significativos de su historia. Es algo de lo que en Cádiz debemos ser conscientes.

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