Entrevistas

"Dios es el mejor médico y psiquiatra del mundo"

-Su primera novela fue crítica con la Iglesia y la última lo es con el aborto. ¿Han cambiado sus convicciones?

-Es que hace diez años me convertí, en un viaje a Bosnia. Antes yo no pisaba una iglesia, aunque que desde niña siempre me ha parecido un horror el aborto.

-¿Entonces su posición está por encima de la religión?

-Sí, aunque luego he descubierto que es algo que la Iglesia tenía muy estudiado, como el tema del purgatorio, que toco en otro libro. Por él muchos sacerdotes me criticaron y luego me pidieron perdón humildemente.

-¿Y tampoco tiene que ver con la política?

-Soy apolítica. Creo que es dificilísimo llevar un país y hacerlo bien y por eso respeto a todos los que gobiernan, pero no respeto que digan que un feto no es un ser humano.

-¿El personaje de su novela es real?

-Sí. Todos los personajes de mis novelas me han llegado, es un gran milagro en mi vida. Pero a Anne Sophie la busqué en Texas después de que una amiga de Kentucky me comentara que había encontrado un panfletillo en una iglesia donde esta mujer relataba su vida. Tardé cuatro meses en encontrarla y otros tantos en convencerla para contar su historia.

-¿Tanto le impactó?

-Fue violada varias veces de niña, quedó embarazada en una de ellas y, tras abortar, cayó en un pozo. Tras conocerla, creo que es como una madre Teresa en pequeñito.

-¿Es monja?

-Sí. Ayuda y cuida a personas que necesitan cariño: moribundos en hospitales, madres que quieren abortar y no tienen medios ni familia, mujeres maltratadas...

-Heridos de cuerpo y alma.

-El aborto no sólo daña el cuerpo, destroza el útero, también el alma.

-¿Y cómo se supera?

-La protagonista de la novela estuvo oyendo a un bebé llorar despierta y en sueños durante años, hasta que encontró la paz en Dios.

-Lo más normal es acudir al psicólogo o al psiquiatra.

-Dios es el mejor psiquiatra y médico que hay en el mundo. Es nuestro Creador.

-¿Habla como creyente?

-Ahora sí. Y digo que Dios perdona todo. Las adolescentes deben saberlo para no cometer barbaridades.

-¿A qué se refiere?

-No sólo a abortar. El 80% de las que se suicidaron el año pasado habían pasado por un aborto.

-¿Cree que ésa fue la causa?

-No, pero sí hay muchas que caen en un pozo, no ven salida. Correr hacia Dios es mejor que tirarse por un balcón.

-Paradójicamente, ahora los jóvenes tienen más información que nunca.

-La información les llega sesgada. No usan bien los anticonceptivos. Si no saben mantener relaciones sexuales de forma controlada y madura, que no las tengan.

-¿Abstinencia?

-Hay que ser responsable y conocer los riesgos.

-¿Es partidaria de mejorar la educación sexual?

-Todo lo que sea información real es muy importante. Tienen que saber cómo funciona su organismo, sus hormonas, pero también cómo se hace un aborto, cómo van cortando en pedazos al bebé o quemándolo con una solución salina. Entran en las clínicas sin saber esto y no interesa informar de ello porque hay muchos intereses económicos detrás del aborto.

-La ley se está reformando.

-Se usa la política para decir a los jóvenes que les voten, les venden libertad, pero, ojo, esa libertad afecta a un ser humano vivo. Se está engañando a los jóvenes en muchos aspectos.

-La familia también tendrá algo que decir...

-Es fundamental, pero para mi horror, estoy descubriendo que en muchos casos es la madre quien lleva a la clínica a la hija para abortar porque piensa que le van a desgraciar la vida con un bebé. Los padres también tienen que saber la verdad del aborto y no echar de casa, atemorizar o distanciarse de las hijas .

-¿Están solos los jóvenes?

-Sí. Los padres no les miran a la cara. La familia está dañada de muerte por una sociedad enferma donde se va contra todo lo que molesta, como los ancianos... Ya se está presionando con la eutanasia.

-Otro tema polémico.

-Muchos críticos dicen que soy una escritora muy polémica porque toco temas sensibles. Yo estoy aquí por una misión.

-¿Cuál es?

-Los personajes vienen a mí y me cuentan su historia, que les puede servir a otros. Yo escribo para ayudar a los demás, no para ganar el Premio Planeta ni ser famosa. Es mi misión en la vida y no pienso dejar de escribir.

-¿Le ha cambiado la vida en su carrera como escritora?

-He crecido muchísimo a nivel personal, emocional, espiritual... Mis personajes son probablemente mis mejores amigos, como hermanos.

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