José Antonio Camacho. entrenador de la selección de fútbol de China

"Creían que el Camacho de Gescartera era yo"

  • El técnco murciano piensa que cuando deje China, se irá a otro país: "En España te piden todo por nada".

 –De niño, ¿qué le hubiera parecido más increíble, jugar con Pirri, Amancio y Velázquez o que iba a ser seleccionador chino? 

–Cuando eres chico, no piensas en esas cosas, que vas a jugar con esa gente.

–Gento se acababa de ir...

–A los cuatro meses de llegar al Madrid, se fue Zoco.

–Se salvó por los pelos del 0-5 del Barça de Cruyff...

–Poco después di el salto al primer equipo del Castilla.

–¿Ya se ha enfrentado con Corea del Sur, la que lo echó del Mundial 2002?

–No. En julio vamos a jugar contra ellos.

–China no va al Mundial de Brasil, pero un chino ganó el Nobel de Literatura... 

–Todo eso depende de que sea un escritor que viva allí o viva fuera.

–¿Qué Nobel en español le gusta más: Cela, García Márquez, Vargas Llosa?

–Todos tienen la misma importancia. A mí el más importante, el más conocido me parece Cela.

–¿Lo trató alguna vez?

–Es posible.

–¿Ha conocido presidentes como Bernabéu?

–Es un presidente diferente de una España diferente.

–Se van a cumplir cuarenta años del atentado contra Carrero en 1973. El año que llega al Madrid...

–Y me acuartelaron cuando murió Franco.

–¿Cómo superó la lesión que le impidió jugar el Mundial de Argentina 78?

–Al principio te llevas una gran decepción. Lo asimilas y te recuperas. Era una lesión, ligamentos cruzados en el menisco, que suponía la retirada del fútbol.

–¿Siempre tuvo química con los andaluces, con Juanito, Gordillo, Hierro?

–Me he llevado bien con todos. Con el que más relación he tenido es con Ricardo Gallego (su segundo en la selección de China).

–¿Dónde habría llegado Juanito de entrenador?

–Al máximo nivel.

–Antes de que la selección china llegara a Montecastillo, Spielberg llenó de chinos Jerez cuando rodó en Trebujena El imperio del sol.

–Vi la película.

–En la novela, Ballard cuenta que cuando los japoneses invaden China se quedan sin planos para marcar un territorio tan inmenso...

–Es impresionante. Cambia el concepto que tienes de la vida y de las cosas. 

–Dicen que Paul Breitner era maoísta y repartía dinero entre los obreros...

–Yo tenía relación con él y la sigo teniendo y nunca le vi nada de eso. La gente cuelga sambenitos.

–¿Se ve Mao en China?

–No tanto. Tenga en cuenta que hablamos de mil trescientos millones de habitantes.

–¿Qué país del Sudeste asiático le impresionó?

–Todos. Camboya, Vietnam, Laos, partieron de cero y están viviendo un crecimiento espectacular.

–¿Se nota el trabajo del Instituto Cervantes en el fomento del español? 

–Es la segunda lengua más hablada del mundo. En China cada vez se ven más españoles que van a hacer negocios. Yo vivo cerca de las embajadas, donde hay cuatro o cinco restaurantes españoles.

–¿Está haciendo méritos Joaquín para volver a la selección?

–No es cuestión de méritos o deméritos. Es que los 22 que están son buenísimos.

–¿Con quién se fue?

–Con mi mujer. Mis hijos ya son mayores e independientes.

–Usted sustituyó a Sanchís padre y jugó con Sanchís hijo...

–Cuando llego ya no está Sanchís. Estaban Verdugo y Touriño.

–El día que China debutó en un Mundial (perdió 2-0 con Costa Rica en 2002), entrevisté a Luis del Sol y le decía que era un día ideal para invadir China...

–Que televisen un partido no significa que lo vean todos los chinos.

–¿Por qué se puede paralizar el país?

–Igual que aquí. Cuando ponen un programa de esos de concursos de cantantes. Y deportes que aquí son minoritarios allí despiertas grandes audiencias, como el ping-pong o el bádminton.

–¿Vio 55 días en Pekín?

–El mundo va evolucionando y China también. Económicamente, son los dueños del mundo.

–¿Después de China?

–No sé. Me iré a otro sitio.

–Marco Polo del fútbol...

–Es que el fútbol español está muy difícil, muy exigente. Te piden todo por nada y en las corrientes de opinión hay una falta de respeto muy grande.

–¿Cómo se ve España desde China?

–Desde el punto de vista del deporte, sorprende que un país tan pequeño obtenga esos éxitos en fútbol, tenis, motos, coches.

–¿Y de lo demás?

–Muy poco. Es que los españoles tampoco sabemos nada de lo que pasa en Holanda, Rusia o Argentina.

–En el 82 el único que ganó fue Felipe González...

–Habíamos hecho muy buenos partidos, pero en el Mundial estábamos atenazados, nos pudo la presión.

–¿Qué libros se llevó a China?

–Me gustan los libros históricos, sobre todo de Jesucristo o de las Cruzadas.

–¿Por qué Jesucristo?

–Siempre me llamó la atención su figura y el tema religioso que hace diferente a un español de un ruso o de un chino. La vida ha ido por unos caminos que no son normales, se ha desarrollado más con la fuerza que con la inteligencia.

–¿Alguna vez le gastaron bromas con la defensa Marcelino-Camacho?

–Cuando saltó lo de Gescartera, muchos creían que el Antonio Camacho era yo porque ese hombre también vivía en La Moraleja.

–Quinta del Buitre: ¿suceso deportivo o mediático?

–La gente siempre tiene necesidad de algo nuevo.

–Gordillo y usted se despiden el mismo día de la selección en la Eurocopa 88.

–Y un año después me voy del Madrid. 

–¿Las despedidas cuanto más cortas mejor?

–Cuando empiezas a jugar partidos-homenaje, piensas: pronto vendrá el tuyo.

–¿Se merecía Molowny el 0-5 del Barcelona?

–Ese año le ganamos 4-0 al Barcelona en la final de Copa. Y una final es más importante que un partido. 

–Y además sale en El Jarama: “... hay que tener las piernas de Molowny para bailar contigo”...

–Eso es bueno.

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