El traslado del Archivo Histórico Municipal, situado en el edificio San Luis, "podrá llevarse a cabo en el último trimestre del año". Así lo adelantó la concejala de Patrimonio Histórico, la andalucista María Antonia Martínez, durante una visita realizada ayer a las dependencias que albergarán el nuevo archivo, una antigua bodega reformada de Campo de Guía, ubicada en la calle Los Moros. El archivo histórico está formado por unas 4.000 cajas de documentos situadas actualmente en la antigua biblioteca del colegio de los jesuitas, que ocupan unos 660 metros lineales. La capacidad del nuevo archivo suma 2.800 metros lineales, es decir el equivalente a 17.000 cajas de legajos.

La concejala acudió a la visita acompañada por el jefe del Servicio de Patrimonio Histórico, Javier Maldonado, el archivero del Archivo Municipal, José Ignacio Buhigas y la técnico de Urbanismo, Berta Panguisión.

La concejala quiso destacar "la buena actuación realizada en la bodega", que ha permitido integrar en este nuevo espacio elementos que evocan su antigua función, adecuándolo además para el nuevo cometido que tendrá este casco bodeguero.

La rehabilitación de la bodega ha incluido la reposición de las cubiertas con vigas de madera pícea y color nogal.

Como elementos de protección, el nuevo archivo cuenta con un equipo de precisión para el control de la humedad y temperatura compuesto por deshumidificador y recuperador de aire. También se han instalado módulos de estanterías móviles, del tipo compactus, para protección de la documentación.

El nuevo archivo tiene una superficie superior a los 800 metros cuadrados. Sus dependencias se dividen en varias salas para consulta de documentos; otra zona reservada para el personal municipal; y la parte más amplía para almacenaje y depósito de la documentación histórica y administrativa.

La concejala de Patrimonio quiso destacar que con la puesta en marcha de este futuro archivo, "contaremos con un espacio mayor, evitando con ello tener nuestro legado repartido en varios puntos como son la sala del edificio San Luis, el depósito de Zona Franca y en el propio Ayuntamiento, tal y como ocurre hasta ahora". Esta bodega de la calle Los Moros fue rehabilitada expresamente para acoger el nuevo archivo, contando con medios de seguridad y adelantos para proteger la memoria documental de la ciudad portuense.

La bodega data de 1834 y perteneció a José Jiménez, un empresario portuense criador de vinos que se dedicaba también a otros negocios como marchante de ganados, comerciante de aceite y administrador de rentas. En 1843, el casco bodeguero pasó a la firma 'Lacave y Echecopar' y después a otras empresas vinateras.