Nuevo intento entre el comité de trabajadores de FCC y la empresa concesionaria del servicio para tratar de alcanzar un acuerdo que ponga fin a la huelga de recogida de basuras y limpieza viaria que sufre la ciudad desde el pasado jueves, día 2, y que cumple ya su sexta jornada, con los días de motorada de por medio, que han agravado la suciedad en las calles de El Puerto. 

La reunión tendrá lugar a las 18:00 horas en las instalaciones del CRA, donde el comité volverá a exponer a la empresa sus demandas. Entre ellas se encuentra la recuperación de la jornada de trabajo de 35 horas que tuvo la plantilla entre los años 2002 a 2012, cuando, a raíz de un Expediente de Regulación de Empleo y para evitar el despido de 67 trabajadores, admitieron una bajada del 7,4% de los salarios y el incremento de la jornada hasta las 37,5 horas. Según señala el comité, la recuperación de dicho porcentaje salarial ya la consiguieron progresivamente entre los años 2014 y 2018, pero no así la vuelta a la jornada laboral de 35 horas.

Otra de las peticiones de la plantilla es la subida de los salarios al IPC, correspondiente a los años 2018, 2019, 2020 y 2021, algo que según afirman no tendría coste alguno para la actual concesionaria, ya que el pago de los atrasos en dichas actualizaciones se incluiría para cobrarlo en el primer mes de la entrada en vigor del próximo pliego, en el cual se mantendría ya la actualización automática del IPC en los salarios de la plantilla.

En el pleno ordinario de este miércoles se ha acordado como punto de urgencia incluir un compromiso para que las peticiones de los trabajadores sean incluidas en el próximo pliego de condiciones de la contrata  (PSOE e IU ya lo han aceptado). La plantilla de trabajadores ha adelantado que asistirán a dicho pleno.

Mientras tanto, la basura sigue sin recogerse en numerosos lugares donde no alcanzan los servicios mínimos, que son actualmente del 20%, ofreciendo imágenes de contenedores de basura desbordados y papeleras repletas de residuos urbanos, además de grasa, suciedad, malos olores y cristales rotos en calles y aceras.