La hermandad de El Resucitado tuvo ayer su día grande y puso el broche de oro a la Semana Santa en El Puerto. Después de dos ocasiones anteriores, en los años 2013 y 2014, en los que la cofradía más joven de la ciudad se tuvo que quedar al amparo de las bóvedas de la Iglesia Mayor Prioral por culpa de la lluvia, al tercer año pudo por fin procesionar.

De esta forma, la tristeza de anteriores años se transformó en felicitaciones al nuevo hermano mayor de la cofradía, José Manuel Albaiceta, que manifestaba a este periódico al término de la procesión que los hermanos de El Resucitado ya tenían muchas ganas de salir, ya que la hermandad ha notado estas dos años la suspensión de las salidas, "porque se pierde devoción y las altas decaen". Cabe recordar en este sentido que la hermandad está inmersa en el pago de la hipoteca de su casa de hermandad, situada en la calle Santa Fe, número 57, motivo por el cual en esta cofradía tan sólo tienen capacidad económica para sacar el paso de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado, que durante el recorrido estuvo acompañado por las marchas procesionales de la Agrupación musical Los Polillas de Cádiz.

El paso de palio de Nuestra Señora de la Alegría no salió tampoco a procesionar ayer, Domingo de Resurrección en El Puerto, a la espera de que mejore la situación económica de la hermandad, por lo que la imagen de la Virgen de la Alegría permaneció expuesta para el culto en una de las capillas laterales de la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros, bellamente ataviada con un nuevo manto azul candelaria, obra de David Calleja, de quien se tuvo noticia ayer Domingo de Resurrección que será el pregonero de la próxima Feria de Primavera de El Puerto, elegido como es tradición por la junta de gobierno de la hermandad de la Oración en el Huerto.

A pesar de que Nuestra Señora de la Alegría lleva varios años sin poder salir junto a El Resucitado, el público se volcó con la cofradía y la hermandad se sintió muy abrigada por los portuenses, especialmente durante la recogida del cortejo, marcada por la entrada de cara al público de Nuestro Señor Jesucristo, mientras sonaba el Himno de España, una estampa muy aplaudida que con el cierre de las puertas de La Prioral simboliza la finalización de la Semana Santa de El Puerto.

Un total de 120 hermanos, además de los niños de la 'pavera', compusieron el cortejo procesional, de los cuales 85 eran nazarenos ataviados de túnica, antifaz y capa de color blanco y 90 costaleros en el único paso, que se turnaron en seis entradas. A ellos se sumó un cuerpo de acólitos que llegan ex profeso de Cádiz cada año para acompañar el paso de Misterio, además de representantes de varias hermandades de El Puerto, que quisieron estar presentes en esta esperada procesión. Se vivieron momentos muy emotivos en la calle Nevería, cuando las monjas de la congregación de Las Carmelitas entonaron desde la puerta de la capilla del colegio un canto de alegría y alabanza, con la que expresan su devoción a Jesucristo Resucitado, una talla que es obra del portuense Jaime Babío Núñez. También hubo momentos de rezos y recuerdos por los hermanos y familiares ausentes.

En la Carrera Oficial, la cofradía fue fiscalizada por la hermandad de la Vera-Cruz. En este paso obligado se encontraba una representación del equipo de Gobierno, con el alcalde Alfonso Candón a la cabeza, así como del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, presidido por José Manuel Castilla.

En general, durante la procesión no se registró ningún incidente digno de mención, pese al calor persistente, cumpliendo el cortejo con el tiempo anunciado para su salida y recogida, en la que invierten unos veinte minutos, al no procesionar el paso de palio. La ausencia de incidencias se debió tanto a la suerte como a la buena organización, por parte institucional y de la propia hermandad, además de La Prioral.

El paso de Jesucristo Resucitado lució algunos estrenos que enriquecieron su estampa, como el tallado de la trasera y de la parte delantera, con cuatro ángeles en su canastilla frontal, obra de Manuel Ramos Corona.