Los Secretos llegaron puntuales a la tercera cita del Cabaret Festival que se celebra desde el pasado domingo en la Plaza de Toros de El Puerto. La célebre banda madrileña no colgó el cartel de completo, a pesar de que era la primera vez que actuaban en El Puerto, demostrándose así que contra lo que pueda parecer, es el público más joven el gran consumidor de conciertos en este país.
Álvaro Urquijo y su banda aparecieron en un sobrio escenario, con los instrumentos imprescindibles para protagonizar una pequeña gira eminentemente acústica con tan solo alguna guitarra eléctrica y seis músicos.
Como espectadora de postín se pudo ver en la Plaza de Toros portuense a la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño -que está pasando unos días en El Puerto- y que disfrutó del concierto en una de las mesas del ruedo. Antes saludó al alcalde de El Puerto, Germán Beardo, y posó también con el organizador del Festival, el promotor Rafael Casillas y parte de su equipo.
Nada más salir al escenario Álvaro Urquijo agradecía la presencia del público, recordando "lo importantes que sois para la cultura de este pais" y acto seguido comenzaban a sonar los acordes de No me imagino.
En todo momento fue Álvaro, el vocalista, el que se erigió en portavoz de la banda, explicando anécdotas de algunas de las canciones. Así, explicó que cuando empezó la pandemia habían sacado un nuevo disco, titulado Mi paraíso, cuya gira quedó interrumpida y del que interpretaron la canción del mismo título.
Después llegaba la versión de Échame a mi la culpa, de Albert Hammond, una canción que forma parte del "fondo de armario" del repertorio de la banda, como explicó Álvaro.
Las medidas de seguridad en el Cabaret Festival se aplican a rajatabla, no solo en el uso de mascarillas sino en la imposibilidad de levantarse del asiento, por lo que el público se tuvo que conformar con moverse como buenamente pudo en su sitio, moviendo solo de cintura para arriba. No vuelvas nunca más fue el siguiente tema, una canción que no suele aparecer en el repertorio de la banda pero que ha tenido su oportunidad en esta gira.
Llegaba después En la calle del olvido, que dejó paso a Si pudiera parar el tiempo, "un homenaje a los grandes que ya no están, otro de los temas incluidos en su último disco.
Los clásicos como Cambio de planes se fueron alternando con las nuevas canciones, como Párpados pintados. Llegaba después En el hotel del amor, de su disco Adiós tristeza (1991).
La nostalgia estuvo muy presente en un concierto en el que la edad media de los asistentes no bajaba de los 40 años. De este modo, no pudo faltar el recuerdo de Álvaro a su hermano Enrique, fallecido en 1999, con una de sus canciones favoritas, Aunque tu no lo sepas, compuesta por Quique González. "Le encantaba cantar canciones de otros", desveló su hermano.
Tras interpretar de su nuevo trabajo Escrita en el corazón el cantante dedicó unas palabras de agradecimiento a Rafael Casillas, "que se lo curra muchísimo y ha apoyado mucho a la cultura", dijo, para recordar que durante el confinamiento han sido precisamente la música uno de los elementos que nos ha ayudado a soportar el obligado encierro. "Es importante tener un país culto, con buenos científicos y buenos médicos", enfatizó.
Llegaba después el célebre tema Ojos de gata, ese por el que Joaquín Sabina y Los Secretos optaron por letras distintas con una misma música, aunque finalmente el tema de Sabina, Y nos dieron las diez, se llevó el gato al agua al menos en cuestión de ventas.
A estas alturas el público ya estaba totalmente entregado, y entonces llegó la canción que se ha convertido en uno de sus himnos, Pero a tu lado, una canción que ya consideran del pueblo y cuyos derechos de una nueva versión han donado para la lucha contra el coronavirus.
Con la gente ya en plena efervescencia, sonó Te he echado de menos y después Buena chica, jaleada por las palmas del respetable y con unos músicos impecables que sonaban a gloria.
Por el bulevar de los sueños rotos, con letra de Sabina y música de Álvaro Urquijo, fue también muy coreada, lo mismo que Ojos de perdida, con la gente bailando como buenamente podía sentada en sus asientos.
Tras presentar a los músicos sonó Gracias por elegirme y Quiero beber hasta perder el control, con una pequeña coreografía de la banda incluida.
Otra tarde dejaba paso después a Déjame, probablemente la canción más conocida de la banda y tras la que Los secretos se retiraron del escenario. La insistencia del público reclamando su vuelta hizo que en el bis sonaran Agarrate a mí María -compuesta por Enrique Urquijo para su hija- y Sobre un vidrio mojado, último tema de la noche y que dejó paso a un aplauso largo, muy largo, en el que el público agradeció y reconoció no solo la buena noche disfrutada, sino toda una carrera llena de grandes canciones y los buenos momentos vividos con su música durante toda una vida.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios