Los escasos pagos netamente rurales que van quedado en El Puerto de Santa María no suelen aparecer en las noticias. Constituyen la zona del término municipal portuense que mira a la campiña, muy diferente de ese otro Puerto más urbano y residencial que se asoma al río Guadalete y a la Bahía, que vive del sector pesquero, de las bodegas y a duras penas del turismo.

Son extensiones agrícolas, muchas de ellas en producción, salpicadas de algunos núcleos dispersos de viviendas, en los que residen familias arraigadas a la tierra, a veces por generaciones. El hombre de 70 años fallecido a causa de un atropello tras una discusión por las lindes de una parcela con un sobrino suyo en las inmediaciones de Urbaluz, pertenecía a una de esas familias.

Su padre fue propietario de una extensión de tierra que posteriormente sería dividida entre los hermanos, de manera que todo el grupo familiar, cada cual en su propia casa, vive en una única calle en las proximidades del Camino del Canal, una carretera que discurre en paralelo al canal de riego que sirve para irrigar los campos de la zona, cercana al Casino y que atraviesa las faldas de la Sierra de San Cristóbal hasta adentrarse en la campiña portuense.  

Una imagen de los terrenos junto a los que se produjo el mortal atropello.

Las relaciones del fallecido con una parte de la familia, según ha podido saber este diario, estaban bastante deterioradas, existiendo al parecer una disputa relacionada con las parcelas y terrenos familiares. Hasta tal punto era tensa esa relación que el fallecido había sido sido presuntamente denunciado por algunos de sus familiares.   

El punto culminante de esta tensión tuvo su trágico desenlace en los hechos ocurridos este pasado lunes por la tarde. Según ha podido saber este diario, no hay testigos directos de lo ocurrido, a no ser que algún espectador anónimo pasara por el lugar en el momento de los hechos.

La Policía Nacional recibió el aviso del atropello desde Emergencias 112 sobre las 17:17 horas, personándose en el lugar del suceso minutos después, comprobando al llegar que había un hombre en el suelo, inconsciente, y a su alrededor varias personas. Pocos minutos después se personaba también en el sitio, a la entrada de la parcela, el facultativo que certificaba el fallecimiento de la persona que estaba tendida e inerte, por lo que el equipo médico no pudo hacer nada para salvarle la vida. 

Acto seguido, la Policía Nacional detenía al que fue identificado como el conductor de un vehículo Seat Córdoba, que se encontraba junto al finado, y que es sobrino del mismo, cuya edad no ha trascendido, al igual que los nombres de los dos implicados en el suceso, de los cuales se desconoce la identidad.

El lugar, un pago agrícola junto al canal de riego, ha adquirido un protagonismo inusual.

Los primeros indicios apuntan a que la causa del atropello pudo ser al presuntamente intencionada, aunque el caso se encuentra bajo investigación policial. El detenido declaró ante la Policía Nacional que al ir a entrar en su parcela se encontró a su tío en la entrada, y que en cierto momento golpeó con su bastón el parabrisas delantero del vehículo, produciéndose la rotura de la luna, lo que habría hecho que el sobrino detenido perdiera el control del coche, arrollando a su tío de manera involuntaria.

El Cuerpo Nacional de Policía ha puesto en marcha una investigación para determinar si el presunto autor del atropello lo realizó de forma accidental o de manera intencionada. Pese a que la Policía Local acudió también al lugar, las diligencias se encuentran a cargo de dicho cuerpo. Este diario se ha puesto en contacto con el gabinete de prensa de la Policía Nacional, que no ha podido aclarar la situación actual en que se encuentra el detenido. 

Mientras tanto, la zona donde se produjo el fatal atropello, un pago agrario que apenas aparece en las noticias cuando los agricultores tienen problemas con el suministro del agua de riego, ha adquirido un protagonismo no deseado, se encuentra parcialmente precintada y está conmocionada por los hechos.