Hace ya un mes que comenzaron las tan deseadas rebajas. Un periodo que causa gran expectación entre el público, que espera la llegada de esta fecha como agua de mayo. Lógicamente, los comercios del centro de la ciudad también se han sumado a esta época de descuentos y precios reducidos.A estas alturas del verano, entrado el mes de agosto, las rebajas rozan su ecuador, y algunos escaparates lucen ya carteles de productos al 50% e incluso al 70%.

Concretamente, en el casco histórico muchos establecimientos comenzaron sus descuentos a finales de junio, con la esperanza de que la llegada de las vacaciones y los turistas dieran un impulso a las ventas. "El verano va bien, aunque algo intermitente", comenta el propietario de Suzette, la tienda ubicada en la esquina de la calle Larga con Palacios. El empresario cuenta que, en general, la campaña de Primavera/Verano le funciona bastante bien.

La ventaja del verano es que es una época del año en la que la gente pasea y sale más a la calle, hecho que propicia que se vaya más de tiendas y de rebajas. “Si ofreces algo diferente la gente te busca. A veces entran y no compran nada, pero terminan volviendo”, puntualiza este empresario de la moda.

Marta Marín es la propietaria de la tienda de moda femenina Dan&Dänek.

En los tiempos que corren, estar al frente de un negocio no es nada fácil, y que además dicho negocio funcione, todavía es más complicado. La clave, según explica el dueño de Suzette, es "centrarse en un segmento pequeño del público y ofrecer un producto que te diferencie de los grandes centros comerciales".

Las rebajas siempre han sido y serán un reclamo para el público. Aunque últimamente, la tendencia de establecer promociones a lo largo de todo el año ha provocado que los consumidores no esperen tan ansiadamente a comprar en rebajas.

"Obviamente hay gente que espera a las rebajas, pero ya no es como antes, porque todo el año hay promociones", señala Marta Marín, propietaria de Dan&Dänek, una tienda de moda femenina y primeras firmas situada en la calle Luna. Marta explica que la diferencia entre las rebajas y las promociones es que "en rebajas tienes que tener al menos el 60% de las prendas rebajadas y las promociones son artículos concretos que puedes tener en un espacio determinado de la tienda".

A pesar de la llegada del fenómeno de las promociones, la propietaria de Dan&Dänek considera esencial poner rebajas en los establecimientos, creando una sensación de satisfacción en el comprador, que adquiere el producto a un precio mucho más bajo del inicial. "La gente tiene que tener la necesidad de ganar", comenta.

Una clienta consulta el precio de una prenda en uno de los establecimientos del centro.

Por otra parte, tanto Marta como los propietarios de otros establecimientos del casco histórico coinciden en que, más allá de los descuentos, la mayoría de las personas que entran en sus comercios son clientes habituales, conscientes de lo que valen las prendas, y no suelen esperar al periodo de rebajas para comprar.

Otro aspecto en el que coinciden los comerciantes del centro es en el horario comercial. Algunos años atrás, en verano, los clientes acudían a las tiendas del casco histórico tanto por la mañana como por la tarde. Actualmente ha habido un descenso de clientela durante el tramo de la mañana, aumentando las ventas durante la tarde. Todo ello está impulsado por el tema del ocio nocturno, ya que la gente comienza a entrar en las tiendas a partir de las 19:30 de la tarde, cuando acude al centro a tapear o dar una vuelta.

Una imagen de uno de los locales comerciales vacíos, ubicado en la calle Luna.

El propietario de la boutique Palacios 46 tiene claro que agosto suele ser el mes más fuerte en lo que a ventas se refiere. "En agosto vienen los turistas con mayor nivel adquisitivo", explica. El empresario apunta a que el mes de julio ha sido algo flojo, y ve necesaria la puesta en marcha de actividades que sirvan como reclamo para que la gente acuda al centro.