El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

El Puerto

La ciudad se prepara para la llegada de la VII edición del Monkey Week

  • Casi todos los hoteles de la ciudad colgarán el cartel de "completo" el próximo puente gracias a este evento Los bares del centro esperan que el festival sea igual o mejor que el año pasado

El próximo fin de semana, coincidiendo con el puente de El Pilar cuya festividad es el lunes día 12 de octubre, se celebra en la ciudad la VII entrega del festival internacional Monkey Week, en el que alrededor de 200 grupos de diversos tipos de música actuarán en distintos puntos repartidos por todo el centro de El Puerto durante los días 9, 10 y 11 de octubre. Por ello, a tan solo una semana de que empiece el evento, la hostelería de la ciudad se prepara a conciencia para acoger de la mejor manera posible a todos los visitantes que se darán cita en este multitudinario evento.

Por un lado, casi todos los hoteles y hostales portuenses ya han colgado el cartel de "completo" para esas fechas y según revelan al Diario, muchos de los festivaleros ya han reservado sus habitaciones con hasta dos y tres meses de antelación, mientras que los más rezagados hacían sus reservas hace tan solo dos semanas. Este incremento de la ocupación hotelera es debido a que además del evento, muchos turistas aprovechan el puente para visitar El Puerto, así que no se podría decir a ciencia cierta cuantos de los visitantes vienen solo y exclusivamente para disfrutar de los conciertos. Además muchas de las habitaciones de estos hoteles son ocupadas por los integrantes de los diferentes grupos que vienen a actuar, ya que la mayoría de músicos proceden de fuera de la ciudad y es la misma organización del festival la encargada de buscar alojamiento a todos ellos.

Debido al puente y al evento, el precio de las habitaciones sube un poco con respecto a los precios habituales de media temporada, ya que en esos tres días la demanda es muchísimo mayor que en cualquier otra fecha de los meses de otoño e invierno. Según los hoteleros, los días de máxima ocupación son el viernes y el sábado, estando incluso todos los bungalows del camping Las Dunas reservados para ese fin de semana, encontrándose a la espera de ver si se aumenta el número de clientes en la zona de acampada.

Por otro lado, los bares y restaurantes más céntricos de la ciudad-que son los que más se beneficiarán ya que es la zona donde tendrá lugar el evento- esperan con ilusión a que el tiempo se mantenga como está y no fastidie el festival, para que sea un éxito absoluto como en la pasada edición, en la que algunos de los bares se quedaban sin comida que ofrecer al público debido a la elevada demanda.

Para este tipo de evento en el que la mayoría de los festivaleros son jóvenes y muchos de ellos proceden del extranjero, los bares tradicionales de tapas adaptan su carta a este tipo de público, ya que además de ofrecer sus platos, incluyen en su menú montaditos y bocadillos tipo comida rápida de precio reducido para que tengan una amplia gama de productos que ofrecer a los visitantes. Respecto a las compras, aseguran que deben invertir el triple que en días de verano y que lo que más reponen es la bebida, ya que en estos días lo único que no puede faltar en sus despensas son bebidas alcohólicas, ya que es una de las cosas que más demanda el público asistente.

Los bares y restaurantes que han adquirido más experiencia en las ediciones anteriores saben que estos días son bastante fuertes para dar un empuje económico a sus negocios, llegando a superar incluso a la repercusión del fin de semana de la motorada.

Los dueños más experimentados saben que la afluencia de gente en el centro es constante durante todo el día, por ello muchos de los establecimientos optan por no cerrar a mediodía y seguir con un servicio continuo, llegando a cerrar aproximadamente a las tres incluso cuatro de la madrugada aproximadamente.

Los establecimientos que se enfrentan al primer año del festival aún no saben de que manera afrontarán la situación y van un poco con los ojos vendados, ya que no saben cuanta afluencia de público les visitará durante el puente. Algunos de ellos estudian reducir su carta para que sea aún más fácil y rápido el servicio al cliente, debido a que a muchos de ellos lo que le interesa es que les atiendan rápidamente para poder seguir disfrutando de la programación de los conciertos.

En ese fin de semana la hostelería portuense espera dar lo mejor de sí, para que los visitantes se vayan contentos de la ciudad y se queden con las ganas de volver para el año siguiente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios