David de la Encina. alcalde de el puerto

"Me preocupa que pueda haber un bloqueo que perjudique a la ciudad"

  • El regidor socialista confía en poder alcanzar acuerdos con los grupos de la oposición municipal para los asuntos importantes del mandato

-Acaba de terminar 2016, que ha sido un año intenso, pero 2017 no parece que vaya a ser más tranquilo. ¿Cómo afronta el reto de gobernar en minoría?

-Lo afronto con la misma ilusión con la que empezamos el 13 de junio de 2015 esta apasionante legislatura. La dificultad en la que está sumida la ciudad sigue siendo la misma y esa ilusión no decae. Se le añade ahora una mayor carga de intensidad en cuanto a la dedicación que tiene que producirse, sobre todo por la necesidad de llegar a entendimientos con la oposición en los asuntos importantes.

-La ruptura del pacto con Levantemos marcó la diferencia entre un gobierno estable y la situación actual. ¿No se ha arrepentido en algún momento de haber tomado esa decisión?

-No, de tomar la decisión en ningún momento, toda vez que los motivos eran claros. Cosa distinta es que uno pueda ver más cómodo gobernar en mayoría, pero la causa determinante de la ruptura del tripartito fue clara, solo cambia la manera de gobernar. De todas formas, ya en junio de 2015 reclamábamos una nueva forma de hacer política que no se basara en las mayorías absolutas. Me toca ahora gobernar en minoría como a tantos otros alcaldes y aplicarme a esa situación de la nueva política, el no acomodarse en la mayoría absoluta y estar en el alambre, no pasa nada. El estar más sometido a un desgaste no me preocupa, lo que me preocupa es que por una situación de bloqueo se perjudique a la ciudad.

-Gobernar con nueve concejales es complicado y cada pleno se convierte en una especie de ruleta. ¿Podrán aguantar así el resto del mandato?

-Si no hay una actitud de bloqueo a los asuntos de ciudad por parte de la oposición no veo ningún inconveniente. Si nos enrocamos en que prime la aritmética por encima de El Puerto y de las personas, sí tendríamos un problema. Apelo a mirar por los intereses de la ciudadanía. Yo jamás en este año y medio he mirado a los intereses del PSOE, jamás, y me gustaría que el resto no mirase tampoco a sus propios intereses. Hay que recordar también que los plenos son una vez al mes pero durante los 29 días restantes este gobierno, con nueve concejales, hace tanto o más de lo que se hacía antes con quince. En la calle, en la gestión diaria y en las juntas de gobierno hay una intensidad que me atrevo a decir que antes no existía, con el gobierno anterior. La aritmética juega sólo cuando hay que levantar la mano, en los plenos.

-Pero, ¿tiene previsto sentarse con la oposición para pedirles más colaboración? Ellos reclaman diálogo...

-Sí, tengo pensado y acordado con IU hacerlo así. Con Levantemos ya nos hemos reunido en diciembre y lo haremos con el resto de grupos, nos obliga el tener que sacar adelante un presupuesto. Además creo que ya se hace, ya está bien de alegar que no hay diálogo cuando sí lo hay. Habrá más, pero no se puede decir que ahora no lo haya. Para las ordenanzas fiscales hubo cuatro reuniones técnicas y políticas, conmigo y con los técnicos, antes de llevarlas a pleno, y aún así se nos achacaba falta de diálogo. Podemos predicar tirando de argumentario político, pero no es verdad que no haya diálogo. Aquí nos conocemos todos y hablamos todos.

-Las cuentas para 2017 aún no se conocen pero las ordenanzas fiscales no pudieron ser aprobadas por la minoría del gobierno. ¿Supone eso un problema para el presupuesto?

-El no tener presupuesto en enero no es algo nuevo. Salvo el año pasado, en toda la historia de la democracia de El Puerto, incluso con mayorías absolutas, nunca estuvo en enero. No me enorgullezco de ello porque yo vine a cambiar las cosas, peroque tampoco se rasguen las vestiduras quienes con 15 concejales no lo tenían porque ahora no lo tengamos con nueve, que no se acaba el mundo. Dicho esto, hasta noviembre tampoco hemos tenido los coeficientes de actualización del Ministerio. Esta situación de anormalidad se justifica también por no haber tenido gobierno en España durante diez meses. El techo de gasto de los capítulos uno y dos de los presupuestos los marca el Ministerio, y no estaba fijado. Yo confío en que después de Fitur, a final de enero, empezaremos una ronda de contactos con la oposición para ir viendo cómo pulimos el esqueleto, que ya está hecho. El presupuesto lo montan fundamentalmente los servicios técnicos y ha habido una gran intensidad de trabajo desde septiembre en lo que nos permitía la autonomía municipal. Ha habido que contar además con las cuatro empresas municipales y con un elemento añadido, el presupuesto participativo, un puzzle muy complejo que finalmente dará una cifra cercana a los 99 millones de euros de ingresos, porque de gastos se dispara a lo infinito. Con unos ingresos muy limitados tenemos que afrontar gastos exponencialmente ilimitados.

-Usted ha llevado personalmente estos meses las riendas de Economía y Hacienda. ¿Qué situación tiene la ciudad?

-Los ingresos municipales han caído un 15% y las demandas sociales se han disparado. Frente a esa situación, El Puerto tiene una capacidad brutal. Las arcas públicas son muy débiles pero estoy muy orgulloso del potencial que tiene la ciudad, a poco que tengamos altura de miras. Confío en la recuperación de El Puerto por la activación del tejido productivo. Las arcas municipales están sometidas a una severísima dieta, el plan de ajuste 2012-2032, del que no confío en tener ninguna alegría. Sólo espero que la situación cambie porque el Ministerio revise estos planes de ajuste y llegue un nuevo modelo de financiación municipal. Este año, además, termina el periodo de carencia de los ICO, una medida que supuso una inyección económica para los ayuntamientos desde 2012. Ahora esos fondos habrá que devolverlos con capital e intereses y además se deja de ingresar este año el canon de Apemsa (cerca de seis millones de euros) de manera que baja la columna de ingresos en casi cuatro millones y se nos dispara la de gastos. Estamos en la peor situación posible.

-¿Se mantendrán los impuestos?

-Tenemos hasta marzo para decidir si se revisan o no los valores catastrales. Hay que decir que revisando un 1% el IBI ingresaríamos 300.000 euros, la tentación está ahí, pero políticamente sé que no es el mejor momento para tocar los bolsillos a los ciudadanos. Mi visión inicialmente es que este año no debería aplicarse una revisión de IBI, aunque estamos pendientes hasta marzo de las instrucciones que nos de el Ministerio en ese sentido. Tenemos pendiente además una reforma de calado del procedimiento de agilización en el otorgamiento y simplificación de licencias, y su abaratamiento para quienes monten un negocio. Es un objetivo de legislatura para el que espero tener el apoyo de la oposición.

-¿Tiene ya ultimada la nueva configuración del equipo de gobierno, tras la marcha de Silvia Valera?

-Sí, la daré a conocer esta misma semana. Lamento la pérdida de Silvia Valera, pero creo que con la entrada de Enrique Peña se gana en la presencia en la calle y el trabajo directo con los colectivos y vecinos a pie de tajo. Donde esté, Peña aportará frescura.

-Bueno, ya ha trascendido que él llevará Fomento y Personal...

-Sí, en Fomento con los planes de empleo, las escuelas taller y los planes de formación un concejal tiene que estar pegadísimo a la calle. En Personal también estará en contacto con los sindicatos.

-¿Llevará usted Turismo?

-Pretendo hacer algo que demandaban los profesionales del sector, elevar de rango el turismo. No es una concejalía administrativa, sino de representatividad institucional y desde la Alcaldía le puedo aportar ese poso. Hasta ahora he estado muy atado con Economía y Fomento, con muchos procedimientos burocráticos y administrativos.

-Este año al menos sí que hay ya algunos asuntos despejados como el proyecto del parking. ¿Está ya ultimado el plan de urbanización de la superficie?

-Ya está desenmarañada la operación y tras descartarse hacer el de Plaza de Toros, cambia la mejora de la cubierta en Pozos Dulces. Queremos crear un nuevo acceso a la ciudad, haciendo un nexo que de unidad al Monasterio de la Victoria, las estaciones de tren y autobús y Pozos Dulces. Es una ventaja tener tren y ese debe ser el hall de la ciudad. Con la cubierta del parking intentaremos también enlazar la reforma del parque Calderón, con herramientas como la ITI o la Edusi, hasta la plaza de Las Galeras, seguramente mediante un concurso de ideas, queremos que sea la tarjeta de visita de El Puerto.

-Las obras de Santa Clara también era una obra largamente esperada y ya están en marcha. ¿Teme retrasos por la aparición de restos arqueológicos?

-Ese es uno los pequeños hitos conseguidos, a pesar del gobierno en minoría hemos logrado en un año lo que otros con mayoría no hicieron en ocho. Daremos dignidad a la zona y hemos añadido mejoras con el plan Invierte, como el acondicionamiento de la ermita de Santa Clara. Además durante 2017 de la mano de la Junta se demolerá al menos el primer bloque de la barriada de José Antonio. Tenemos que recuperar ese espacio. Puede pasar que la obra se retrase algo, porque la zona tiene restos arqueológicos, pero de momento las catas han avalado que no debe haber riesgo.

-El Peprichye sigue sin aparecer por ninguna parte...

-Esa es la verdadera angustia que tengo. Antonio Fernández se está dejando la piel, con una intensidad brutal. En 2009 se contrató el plan por 60.000 euros y 12 meses, y han pasado ocho años y el coste se ha disparado. Hemos tenido que sacar dinero para liquidar todo lo que no había pagado el gobierno anterior. En breve habrá una presentación pública en un lugar emblemático sobre cómo está el Peprichye, ha pasado tanto tiempo que nadie sabe lo que hay. Tras esta presentación pública se le dará recorrido al procedimiento administrativo. En este año se ha trabajado mucho, hemos estado muy en contacto con los principales afectados por la ordenación, por tener grandes bolsas de propiedades o algunas muy significativas. Hemos intentado evitar que hubiera alegaciones en la medida de lo posible.

-La estación fluvial y la de autobuses se esperan para este año. ¿Serán por fin una realidad?

-Sí, la fluvial estará para el verano dando servicio, es una obra muy sencilla. La estación intermodal está dando más problemas por la cesión de terrenos de Adif. Candón decía que ya estaba todo hecho y no era verdad. Hemos avanzado mucho pero aún faltan flecos por parte de Fomento, como la recepción formal. Falta una reunión más para puntualizar cuestiones de diseño y de detalles. El tema patrimonial no estaba ni mucho menos terminado, era mentira. Las obras tienen que empezar este año.

-La unificación de las empresas municipales, ¿Es algo que se haya descartado finalmente?

-Sabíamos que iba a ser una actuación compleja, de no menos de un año, pero va a ser mucho más. Además de la complejidad y de las dificultades de ser tres empresas, se añade la situación de Suvipuerto, cuatro sentencias judiciales con varapalos por vicios ocultos en las construcciones. Habrá que afrontar indemnizaciones por mala praxis por unos 750.000 euros. La barca ya iba al límite y le entra agua por todos lados. Por tanto la fusión de Suvipuerto y El Puerto Global se complica, primero hay que ver qué se hace con estas sentencias. La empresa podría llegar a desaparecer, pero vamos a luchar para que el rumbo no sea a través de un concurso de acreedores, de manera que el Ayuntamiento no pierda el timón. En el caso de Impulsa, he pedido informes al gerente sobre la situación. Se han pulido 22 millones de euros en ocho años, con descenso en picado. No digo yo que todo se haya ido en langostinos, aunque algunos langostinos sí se han comido, como en el caso de las presencias en Fitur. Se han volatilizado 22 millones, algunos en inversiones poco rentables como la compra de la bodega de Campbell o la del Cuvillo, que nadie sabe en qué consistió esa operación.

-El centro de protección de animales ha sido otra de las patatas calientes de este año. ¿No hubiera sido mejor hacerlo tal y como estaba previsto en un principio, dentro de la nave de Urbaser que había dejado planteada el PP?

-Pues visto lo visto, es fácil pensar eso, pero hacerlo hubiera supuesto realizar una inversión que en su momento se vio como desproporcionada, 720.000 euros por una nave, no lo entendimos ni Levantemos, ni IU ni el PSOE. Es verdad que no se ha hecho todo lo bien que se debiera, se nos han ido los plazos. Pero en su momento tuvo sentido parar la operación y finalmente el centro se hará en el polígono con todos los papeles y con un coste conocido y matizado.

-Apemsa será otro frente abierto para este año que comienza. ¿Qué ocurrirá finalmente con la gestión de la depuradora?

-En enero habrá un consejo de administración. En el último ya se pidió un informe sobre la gestión directa y no habrá prórroga para Aqualia, hemos anulado la posibilidad de un decretazo y en el peor de los casos habrá un concurso público. Esperamos además los informes económicos para valorar la gestión directa. No estoy satisfecho con la gestión de la depuradora, hay que mejorar. Seguimos apostando por la remunicipalización, tenemos un compromiso. Nos opusimos desde el principio a ese proceso unilateral y aspiramos la recuperación de lo público, aunque hay varios pleitos en marcha y habrá que evaluar el coste de todo el proceso.

-En los últimos meses los problemas con Endesa han sido constantes. ¿A qué se deben los apagones que está sufriendo la ciudad?

-Los apagones de Valdelagrana fueron un problemón nada más llegar a la Alcaldía. Eso se solventó. Luego vino el problema de la facturación y ya se han pagado cerca de 1,5 millones a Endesa, haciendo un esfuerzo para pagar facturas atrasadas y consensuar la manera de facturar. Los últimos apagones que han afectado a varias zonas de la ciudad se han debido a causas como la obsolescencia de la red, sobrecargas puntuales y averías por ratas que han mordido el cableado. No todos los casos son por la misma causa y ninguno tiene que ver con impagos. El Ayuntamiento además está a disposición de los perjudicados para tramitar cualquier reclamación ante Endesa.

- ¿Se le prorrogará el contrato a la actual adjudicataria de la Plaza de Toros?

-No deseamos prorrogar el contrato, queremos sacar un nuevo pliego tras la temporada. No estoy descontento con el concesionario, aunque en la parte taurina siempre hay que mejorar. Toca concluir el contrato y hacer ahora un magnífico pliego.

-¿Cómo se puede potenciar El Puerto como destino de ocio?

-El Puerto es una ciudad turística en cuanto a su potencial, tiene una oferta redonda. Tenemos que aprovechar la diversidad de población a la que podemos dirigirnos y también aprovechar la diversidad de su oferta: playa, patrimonio, gastronomía, deporte, naturaleza... Tenemos además magníficas comunicaciones y hay que potenciar aún más la afluencia a través del ferrocarril.

-Vamos a entrar este año en el ecuador del mandato. ¿Cree que El Puerto ha mejorado?

-Mi mandato es a cuatro años. El primer año se ha dedicado a desbrozar el terreno y limpiar situaciones de abandono, inercias improductivas, mala gestión, despilfarro e historias enredadas como la de los parkings, Apemsa o la zona naranja. Ahora ya se están notando los cambios, con gestiones que se materializan como la obra de la calle Larga, la rotonda de Santa Clara, en breve la Casa de la Cultura o las diez obras del Plan Invierte. El tercer año será el de pulimentar y engrandecer atractivos como el Monasterio de la Victoria, San Juan de Dios o el Hospitalito, y ya en el cuarto año se visibilizará todo el trabajo que no era inmediato. Me comprometo a que en 2019 el proyecto de PSOE e IU va a a estar más cumplido de lo que algunos auguran, pese a estar en minoría y pese a los palos en las ruedas que a algunos les interesa poner. Me siento muy orgulloso de esta ciudad.

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