Los trabajadores de la empresa municipal de aguas, Apemsa, en torno a medio centenar de personas, celebraron a última hora de la mañana de ayer una asamblea para valorar el proceso de venta del 49% del capital de Apemsa, una operación que arrancaba en la tarde del jueves con la aprobación en pleno de esta medida, cuyo objetivo es conseguir fondos para las arcas municipales.

El presidente del comité de empresa de Apemsa explicaba al término de la asamblea que la plantilla se opone a la entrada de capital privado, como ya se opuso en el año 2008, cuando se planteó por primera vez una posible venta de la empresa. Según explicaron los representantes del comité a los trabajadores, ellos tuvieron conocimiento de la noticia el mismo día del pleno por la mañana, en una reunión "de diez minutos" en la que el alcalde, Enrique Moresco, su socio andalucista Antonio Jesús Ruiz, y el consejero delegado de la empresa, Daniel Pérez, les comunicaron la decisión que iría a pleno esa misma tarde, y que aprobaba con los votos favorables de PP y PA y la abstención de IP. El encuentro con el comité se produjo con posterioridad a otro celebrado con la dirección de la empresa.

El presidente del comité de empresa lamentó no tener apenas datos sobre esta operación que ya se ha puesto en marcha, pero se mostró sorprendido por la rapidez con que se ha llevado a cabo la medida, que por otro lado consideran "innecesaria, ya que Apemsa funciona muy bien y si entra una empresa lógicamente vendrá a ganar dinero".

Para tratar de calmar la inquietud de la plantilla, la semana próxima los representantes de los trabajadores quieren emprender un proceso para conocer con más detalle los datos de la operación, ya que según dicen "no sabemos en qué consistirá el papel de la nueva empresa, pero seguro que habrá cambios. Esto ha asido el comienzo de algo distinto", dijo el presidente del comité.

El mismo día en que se hizo pública la privatización de una parte de Apemsa, el jueves, los trabajadores de la empresa recibieron una carta firmada por el gerente y el consejero delegado en la que se les comunicaba la próxima entrada de capital privado en la empresa, a través de una ampliación de capital. Se aseguraba en la carta que "no se trata de la venta de la empresa, que continuará con todas sus características, sino de un refuerzo mediante la incorporación de nuevo capital social en una licitación pública y abierta".

En la carta de informaba de la elaboración de una memoria en la que se valorarán los aspectos sociales, jurídicos, técnicos y financieros de la operación, incluyendo los pliegos de condiciones que regirán la licitación.

Desde la dirección se aseguraba también a la plantilla que no se vería afectado ningún puesto de trabajo, ni se contemplará la posibilidad de traslados o cambios en las condiciones de trabajo.

Por su parte, la portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Pepa Conde, aseguraba ayer que "el nuevo socio de Apemsa ya tiene nombre, a pesar de que traten de vestir y maquillar la operación con el proceso aprobado en pleno". La portavoz de Izquierda Unida calificó de "sorprendente" la rapidez con la que se quiere poner en marcha la operación y auguró que "las negociaciones podrían estar prácticamente cerradas". También creen en IU que la privatización supondrá una subida de tarifas.