El Puerto

Las pintadas proliferan en el centro de la ciudad

  • Comercios y fachadas de calles como Larga, Ganado, Ricardo Alcón o Santa María han aparecido este fin de semana plagadas de grafitis con spray negro

Parece que conseguir tener un centro urbano cuidado y limpio es misión imposible. Cuando parecía que la presencia de pintadas y grafitis había disminuido en los últimos tiempos, este pasado fin de semana algún amigo de los sprays se ha dedicado a dejar su sello en paredes de fincas particulares y fachadas de establecimientos comerciales.

La zona que se ha llevado la peor parte ha sido la comprendida entre las calles Larga, Ricardo Alcón y Ganado, con cuyos edificios se ha ensañado el autor (o autores de los grafitis). También han aparecido pintadas similares en otros tramos de la calle Larga y en otras vías céntricas como la calle Santa María.

El problema de las pintadas ha sido siempre recurrente en el centro, pero tras la batida que hizo el Centro Comercial Abierto (CCA) en el año 2012, con la contratación de mantenedor encargado de la reparación de estos asuntos, la presencia de las antiestéticas pintadas parecía haber remitido. Esta persona, contratada por la asociación de comerciantes, eliminó a raíz de su contratación y en tan solo un mes más de 400 pintadas. No obstante, este servicio duró solo unos meses y aunque para el CCA sería importante volver a renovarlo, de momento no ha sido posible.

La lucha contra los grafitis era uno de los contenidos que nutrían la controvertida ordenanza municipal de convivencia, que contemplaba sanciones de entre 750 y 3.000 euros para este tipo de infracciones, que entonces se consideraban faltas. No obstante, a raíz de la reforma del Código Penal introducida en el año 2015, el deslucimiento de bienes ya no se sanciona por la Ordenanza de Convivencia, ya que actualmente se encuentra regulado en el artículo 37.13 de Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana. Dicho artículo regula los daños o el deslucimiento de bienes muebles o inmuebles de uso o servicio público, así como de bienes muebles o inmuebles privados en la vía pública, cuando no constituyan infracción penal, en función de una cuantía que está estipulada en 400 euros. El problema, como siempre ocurre con estos casos, es que es muy difícil pillar al infractor con las manos en la masa.

Según informaron ayer desde la Policía Local, "no constan partes o informes en relación con los grafitis, ni en informes, ni en otros registros. Los dueños de los inmuebles deben interponer denuncia en Comisaría, y deben ser los propietarios los que eliminen o adecenten las fachadas", señalan. En este sentido, también desde el Área de Arquitectura y Edificación de la Concejalía de Urbanismo explican que "sólo se tiene cubierta la eliminación y limpieza de grafitis que se realicen en edificios municipales a través de la mejora del contrato realizado con la empresa Mayse, de mantenimiento de edificios, mientras que en el caso de edificios privados debe encargarse el propietario".

Algunos de los comerciantes afectados no ocultaban ayer su malestar por esta situación, por un lado por la mala imagen que se ofrece de una ciudad que pretende explotar su patrimonio como un atractivo, y por otro por el coste económico que les supondrá el acabar con estas antiestéticas pintadas.

Se quejaban también algunos de los afectados de la falta de mantenimiento y vigilancia del centro de la ciudad, lamentando que desde el Ayuntamiento se inste a los ciudadanos a adecentar sus fachadas para mejorar la imagen del centro mientras que por otro lado este tipo de actos se pueden cometer con la mayor de las impunidades.

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