Hace más de seis meses, el pasado mes de diciembre, vecinos y comerciantes de la calle Vicario se quejaron de la existencia en la acera de un alcorque vacío, que presentaba peligro de tropiezo para los viandantes, máxime tratándose de una zona de acceso a la plaza de abastos por la que transitan muchas personas mayores.
La queja ha caído en saco roto hasta el día de hoy, en el que alguien ha decidido tirar de imaginación y ha colocado sobre el boquete un monigote realizado con madera y algunas ropas, como si se tratara de una persona sentada en la calle.

Este es el alcorque vacío que lleva así más de seis meses.
El reclamo está despertando este martes gran expectación y quienes pasan por esta zona le hacen fotos, sorprendidos por la presencia de ese muñeco que recuerda la dejadez municipal en lo que a estos pequeños gestos se refiere.
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