La clave de la vida está en los cambios. Continuar mutando, desarrollando e innovando es la base para seguir enfrentandose a los obstáculos del camino. La mayoría de las veces estos cambios dan miedo; y es algo normal. Cambiar supone decir adiós a lo conocido, a la zona de confort y te obliga a enfrentarte a lo desconocido; a mirar a la cara, directamente de frente y sin tapujos, a lo que aún queda por venir.

No obstante, los cambios pueden ser considerados como algo positivo. Pueden ser considerados el comienzo de algo nuevo. Y así se lo han tomado este año en el mercado de artesanía del parque Calderón. Esta cita, que ya es todo un clásico de los veranos portuenses, ha introducido este año algunas novedades para mantener vivo “uno de los mercados de artesanía más importantes de toda la provincia”, explica Darvesh Patel, representante de la Asociación de Artecultural Mercado Parque Calderón (AAMP). En concreto este grupo, que ha tomado recientemente el testigo de ACAVAPS (la anterior organización de comerciantes de esta zona), han incorporado masajes orientales, puestos de comida y talleres de pintacaras y alfarería. 

Imagen del mercado el lunes por la noche.

De todos ellos , el de alfarería ha sido la actividad que mejor acogida ha tenido, especialmente por parte del público infantil. Al menos eso parecía el lunes por la noche, cuando un grupo de niños se situaba alrededor de esta novedad. Obvio. ¿A qué niño no le gusta pringarse las manos y dar rienda suelta a la imaginación? Igualmente, otro taller que también triunfa es el de las trenzas. Aunque es cierto que este no supone una novedad, -ya que el pelo trenzado es un clásico de todos los veranos- los peinados, hilos de colores y nudos imposibles siguen atrayendo a la misma cantidad de público a pesar de los años. “Este mercado tal y como lo conocemos ahora, sin desmontar, lleva ya 14 años”, explica Darvesh. “Antes ya existía pero se montaba y desmontaba en el mismo día”.

El trenzado del pelo es otra de las actividades más populares del mercadillo en verano.

En total (teniendo en cuenta los nuevos talleres y los puestos de comidas) existen más de 34 casetas donde se puede encontrar una gran oferta de artesanía de Marruecos, Perú, Ecuador e India. Desde artículos de cuero (que se delatan por su propio olor), hasta artículos para bebés con nombres bordados, pasando por cepillos personalizados, ropa, colgantes y artículos de plata. En este último punto, en los artículos de plata, desde hace unos años se ha apreciado un aumento tanto en la calidad como en el diseño. Puestos como el de María Helmat, diseñadora de joyería, nos presentan collares, pendientes y anillos minimalistas. Todo muy distinto a lo que se espera de un mercado de este tipo.

Imagen de una niña pidiendo un libro a un adulto en el Parque Calderón.

Asimismo, los años no pasan en balde para nadie; ni siquiera para el otro gran clásico del verano: la Feria del Libro que se sitúa todos los años al final del parque. Aunque ya de feria tiene poco -año tras año se ha ido reduciendo la superficie de esta caseta- este puesto (que siempre ha sido un referente a la hora de encontrara los grandes clásicos de la literatura a un buen precio), también ha sabido adecuarse a los tiempos a través del bilingüismo. Actualmente continúa ofreciendo su habitual oferta de clásico, pero este año ha unido a los grandes autores de la literatura internacional en inglés y español: Poe, Dostoyevski, Dickens, Shelley, Sir Arthur Conan Doyle, F. Scott Fitzgerald... Y a un muy buen precio (todo hay que decirlo).

Este mercado con todas sus novedades estará en el parque Calderón hasta el 15 de septiembre, todas las tardes a partir de las 19:00 horas. Seguro que nunca antes un cambio había alegrado tanto.