El Puerto

Las dos familias de Chanca, 33 vuelven a casa después de cinco días

  • Aunque el edificio sigue en ruinas, el Ayuntamiento sólo ha podido ofrecerles alojamiento provisional mientras durase el temporal de la semana pasada

El alojamiento temporal que les había ofrecido el Ayuntamiento a las dos familias de Chanca, 33, debido al estado ruinoso del edificio, ha durado cinco días. Ayer ya volvieron a pasar la noche en su hogar, a pesar de que la casa presenta unas condiciones de habitabilidad penosas. La estancia en un hostal del centro de la ciudad había sido facilitado por la Administración local, principalmente, para garantizar la seguridad de los cinco menores que habitan el inmueble. Sin embargo, según han informado desde la Concejalía de Bienestar Social, el hospedaje temporal sólo se concedía mientras durase la alerta naranja declarada la semana pasada por las fuertes lluvias y viento. Incluso, desde el Ayuntamiento han señalado que los alojamientos de este tipo de urgencias son solo para dos días, sin embargo, en este caso, la estancia provisional se ha extendido hasta cinco noches.

No obstante, una de las dos familias que ocupan el edificio sin contrato de alquiler, pero sí con el de agua y luz, ha asegurado que su hijo, menor de edad, no va a dormir en esta vivienda, sino que lo hará en la de su abuela. Uno de los principales temores de esta familia es que la Junta les retire la custodia, tras el anuncio municipal de comunicar la situación al Servicio de Ayuda al Niño. Sin embargo, los afectados explican que su hijo está en perfectas condiciones, va al colegio, no está desatendido, y su seguridad está garantizada mientras viva con su abuela.

Mientras los cinco menores que habitaban el edificio pasaban estos últimos días en el hostal junto a sus madres, los dos varones cabezas de familia permanecieron en las viviendas para que el propietario no precintara la casa, dejándoles sin la posibilidad de recuperar sus pertenencias. Y es que, tal y como apuntó el dueño del inmueble a este medio, su intención es la de tabicar las puertas para que no vuelvan a ocupar la casa en cuanto ésta esté completamente vacía.

Por su parte, los afectados insisten en que viven en esta infravivienda por necesidad, a la espera de que el Ayuntamiento les dé la posibilidad de acceder a un piso social. De hecho, las dos familias están en una lista de espera, junto a 150 familias más, dado que actualmente no hay viviendas del parque municipal que estén disponibles. Además, debido a los trámites burocráticos pertinentes, la Administración no tiene la posibilidad de realizar realojos de urgencia en estas viviendas. No obstante, y según informó el edil de Vivienda, Antonio Jesús Ruiz, a finales de la semana pasada, ambas familias afectadas han entregado toda la documentación necesaria y su solicitud ya está baremada, con lo que sólo les falta que haya un piso libre.

El propietario de la vivienda llamó el pasado jueves a los servicios de emergencia al pensar que, con la lluvia, se había caído un techo. Luego, el Ayuntamiento, a raíz de los informes policiales y municipales, apuntó que se trataba de una falsa alarma, pero, no obstante, ante el temporal que afectaba a la ciudad, decidió ofrecer alojamiento provisional a las dos familias.

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