El equipo municipal de Toxicomanías de El Puerto de Santa María, registrado como Centro Sanitario y acreditado por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, atendió el pasado año 2020 a 528 pacientes, de los cuales 427 son hombres y 101 mujeres; con un total de 2.851 citas atendidas, alternando la modalidad presencial con la telefónica llevadas a cabo por psicólogo, trabajadora social y médico.

De esta forma, la concejala Carmen Lara, responsable del área municipal de Servicios Sociales, Familia e Igualdad, ha subrayado que el equipo municipal de Toxicomanías de El Puerto, durante la pandemia Covid-19, "ha mantenido la calidad asistencial a pesar de las dificultades del momento". La concejala ha explicado que ha sido un reto de adaptación de todos los trabajadores municipales del Centro "que han hecho una labor excepcional para que el servicio se pudiera continuar con todas las medidas de prevención necesarias, tanto para salvaguardar a los usuarios como al propio personal".

Desde el Ayuntamiento de El Puerto se ha realizado una importante inversión para la implantación de todas las medidas de seguridad, como EPIs, mamparas para la atención presencial y un gran refuerzo para compatibilizarlo con la telemedicina.

Además, Lara explica que a pesar de la pandemia también se ha desarrollado un taller de Salud impartido en el Centro para Tratamiento Terapéutico El Rocío, para chicas menores de edad y el Programa de Detección VHC, comprendido en el acuerdo con la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías.

En nombre de todo el equipo humano que gestiona el Centro Municipal de Toxicomanía, "al que la concejala agradece su implicación y compromiso constante más allá del profesional", Carmen Lara quiere destacar "la importante colaboración de todos los pacientes, administraciones y otros profesionales sanitarios que se han sumado como una piña en los momentos difíciles para prestar esta importante atención sanitaria siempre y más en tiempos de pandemia".

La edil de Servicios Sociales recalca que este centro ubicado en la Plaza de Alfonso X El Sabio ha sabido adaptarse a la pandemia e ir instaurando las medidas necesarias para continuar con su labor de un modo excepcional, superando todos los obstáculos desde que se declaró el primer estado de alarma, hace ahora un año: la interrupción de la atención sanitaria presencial, los cambios en las pautas de consumo de drogas, alcohol, ludopatías y otras adiciones de los pacientes.

“Cambios radicales que han supuesto un gran reto para los profesionales, que han dado lo mejor de sí mismos para dar una respuesta eficaz desde los servicios de salud que siempre han priorizado la continuación del servicio buscando el equilibrio entre la atención de calidad, las medidas de prevención con rigor absoluto y la inclusión de la telemedicina en la práctica clínica diaria, reservándose la modalidad presencial para las urgencias”, detalla Lara.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el impacto de la pandemia y las medidas implantadas para su control sobre el consumo de sustancias psicoactivas ilegales y tabaco ha supuesto que la mayoría de los consumidores hayan cesado o hayan reducido la frecuencia o la cantidad de su consumo. Aunque, en el caso del cannabis, existe un mayor porcentaje de personas que no han variado su consumo o, incluso, lo han aumentado. Con respecto al consumo de alcohol, los estudios realizados indican que la mayoría de las personas encuestadas han reducido el consumo de alcohol o lo han mantenido sin cambios. En las adicciones comportamentales, se constata un incremento tanto en la frecuencia de uso de videojuegos como de internet, y se registra una disminución en la frecuencia de juego con dinero online.

Por tanto, "las adicciones se han visto modificadas por el cambio de estilo de vida obligado por el Covid: soledad, más reducción de las relaciones sociales y el miedo al contagio, entre otros factores. Esto ha condicionado la modificación en los hábitos de consumo de drogas y en las adicciones comportamentales, llevándose estas conductas a extremos: desde la motivación a la abstinencia y reducción en el consumo de drogas ilegales, hasta las recaídas en el consumo de pacientes con años de buena evolución", concluyen los estudios.