Uno de los plenos más sosegados en lo que llevamos de mandato abordó ayer la propuesta conjunta presentada por la oposición municipal en la que se solicitaba la reprobación del alcalde, Enrique Moresco, por su supuesta actitud despótica durante las sesiones plenarias. Esta propuesta se incluía en el orden del día tras una serie de plenos en los que, a juicio de la oposición, el alcalde se había excedido en sus competencias como presidente de las sesiones y en algunos momentos había llegado a faltar el resto a los ediles de la oposición.

La propuesta quedó ayer un tanto descafeinada cuando, quizás aleccionado por su equipo, Moresco no entró al trapo en ningún momento y ni siquiera se defendió del comportamiento inadecuado que se le atribuía. Sí lo hicieron la portavoz de su grupo, Patricia Ybarra, y el concejal andalucista Antonio Jesús Ruiz Aguilar, que junto a Fernando Gago evitaron con sus votos que la reprobación saliera adelante. La moción, sin embargo, sirvió para que todos los grupos hicieran examen de conciencia y reconocieran que los plenos no pueden convertirse en un campo de batalla y que no pueden perderse las formas y el respeto, a pesar de las diferencias políticas.

El portavoz de Independientes Portuenses, Juan Gómez, destacó que "hay que dar ejemplo a los ciudadanos" , añadiendo que "no es necesario crispar la vida política". Sí pidió al alcalde, Enrique Moresco, que en los momentos en los que el debate suba de tono el primer edil sea "el moderador, y no todo lo contrario".

Para la portavoz de Izquierda Unida, Pepa Conde, la actitud de Moresco hacia la oposición desde el principio del mandato no ha sido "correcta" ya que en su opinión "se han sobrepasado los límites en varias ocasiones", recordando que "si se le pierde el respeto a la oposición se le pierde también a los ciudadanos". Conde añadió que no está en contra de que como alcalde, Moresco cierre los debates, aunque le pidió que lo haga "bajo el respeto". Para el portavoz socialista, Ignacio García de Quirós, lo ideal sería que se mantuviera siempre el tono correcto del pleno de ayer, aunque como dijo a veces hay "calentones, pero después debemos reconocerlo y pedir disculpas. Todos debemos reconocer nuestra culpa" , dijo, aunque pidió que sobre todo "no se entre nunca en el terreno personal. Vamos a hacer borrón y cuenta nueva", pidió.

El andalucista Ruiz Aguilar fue quizás el más agresivo en su intervención y aprovechó para quitarse varias "espinitas", como él mismo dijo, acusando a la oposición de haber insultado en reiteradas ocasiones a miembros del equipo de gobierno. Sin ir más lejos recordó que en el último pleno de los presupuestos una edil (Silvia Gómez) llamó "malnacido" a Fernando Gago. "Si hay que reprobar a alguien, reprobémonos todos", pidió. Por su parte Gago se felicitó por el ambiente de concordia que presidió ayer el salón de plenos y pidió a sus compañeros que nunca falten "la elegancia y la educación".

Patricia Ybarra, por su parte, insistió en que "en una Corporación de 25 concejales no se puede culpar sólo a uno de que haya crispación. Todos tenemos que ceder para que se restablezca la normalidad", dijo.