La asociación Ecologistas en Acción ha presentado 138 alegaciones al Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía, elaborado por la Junta , con el que se pretende ordenar el territorio de las costas andaluzas y proteger aquellos lugares que deben salvaguardarse por sus valores medioambientales.

Dentro de las 30 alegaciones presentadas en la provincia de Cádiz, los ecologistas han incluido dos en el término municipal de El Puerto de Santa María. En una de ellas se pide la inclusión como zona protegida (Zona Litoral de Protección Territorial 2) del bosque costero de Bahía Blanca -situado junto a la casa de ejercicios de los Jesuitas- mientras en la otra se reclama anexar al Parque Natural Bahía de Cádiz una parcela existente junto al río San Pedro y anexa a Los Toruños, que a pesar de lo que parece no cuenta con suficiente protección.

En el caso del bosque litoral de Bahía Blanca, situado junto a La Inmaculada, en la urbanización Fuente Bermeja (detrás del Faisán), con vistas a la Bahía de Cádiz, como razona el expuesto de la alegación, se trata de "uno de los escasos enclaves forestales que han sobrevivido a la especulación urbanística en la Costa Oeste del municipio de El Puerto". Los ecologistas recuerdan que este enclave natural se declaró urbanizable en 1992, en una época en la que no era preceptivo someter los planes urbanísticos a ningún proceso de prevención ambiental. Posteriormente, en 2005 se aprobó a un Plan Parcial impulsado por la inmobiliaria Inmocai, propiedad de Ramón Marrero, ex consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía, para urbanizar el lugar. En el año 2006 se comenzaron a talar árboles y retamas para construir dos avenidas y un aparcamiento para dotar de amplios accesos a un hotel de cinco estrellas y una promoción de chalés de lujo que estaba previsto edificar en dicho lugar. Las obras de urbanización tuvieron una fuerte contestación de los ecologistas, vecinos y ciudadanos, interrumpiéndose a consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria. Al entrar en quiebra la empresa promotora, los terrenos quedaron en manos de Caja Inmaculada, y en la actualidad "son un activo tóxico de dicho banco, sin posibilidad ni necesidad de desarrollar este proyecto urbanístico, ya que El Puerto cuenta con un exceso de suelos urbanizables para usos residenciales y turísticos", razona el escrito. Los ecologistas destacan que este bosque "alberga especies propias del litoral atlántico andaluz, con pinos piñoneros, retamas y sabinas, de interés comunitario en la Directiva Hábitat. También alberga una importante población de camaleones".

El otro lugar a incluir en el Corredor Litoral es una parcela existente junto al río San Pedro, entre la antigua N-IV y la avenida del Mar de Valdelagrana, donde están situada la venta El Macka y varias naves de producción acuícola. Se trata de una zona que forma una unidad ambiental con el vecino Parque Natural Bahía de Cádiz -es anexa a Los Toruños- "con bosques de pinos piñoneros, sabinas y retamares sobre dunas litorales y marismas mareales, ecosistemas incluidos como hábitat de interés comunitario en la Directiva Hábitat".

Los ecologistas manifiestan que su exclusión del parque natural "se debió a presiones políticas para favorecer expectativas urbanísticas hoy desechadas, por lo que debe ser preservado por su alto valor ecológico y su ubicación estratégica colindante entre una urbanización y un parque natural".