Después de casi dos meses y medio de confinamiento la desescalada no es fácil. Aunque los portuenses van poco a poco recuperando sus antiguas costumbres, lo cierto es que la vida nos ha cambiado a todos y nuestro día a día se ve todavía muy influenciado por el temor y la precaución ante posibles contagios.

Avanzada ya la segunda fase de la desescalada son muchos los comercios portuenses que han vuelto a la actividad, tanto en el casco urbano como en el centro comercial El Paseo.

En una etapa en  la que el consumo y las compras han estado totalmente retraídos, ya se ve algo más de ambiente en las calles y las tiendas comienzan a recibir clientes, aunque eso sí, entre importantes medidas de higiene y seguridad.

Algunos comercios han optado por  la adquisición de máquinas generadoras de ozono. Es el caso por ejemplo de la tienda Palacios 46, ubicada en la céntrica calle Palacios. Como explica su propietario, David Moreno, ante esta nueva situación que vivimos hay que extremar la seguridad y de esta manera  se logra la desinfección de las prendas de una manera segura. "La gente no está aún muy convencida a la hora de dar el paso de salir y comprar", explica, por lo que cree que cualquier inversión que se realice en este sentido para animar al público es acertada.

La paulatina apertura de los bares está también animando algo más el consumo. En las primeras semanas de apertura de las tiendas se optó por la cita previa, si bien ahora ya no es necesaria y se puede atender al público sin ese requisito, siempre que se respeten las limitaciones de aforo.

Una imagen del centro comercial El Paseo.

En los centros comerciales estas medidas excepcionales también se siguen a rajatabla. Algunas de las tiendas de El Paseo, por ejemplo, no tienen habilitados los probadores, como medida de seguridad, al tiempo que se han marcado itinerarios para guardar las distancias de seguridad y en todos los establecimientos hay dispensadores de gel hidroalcohólico.

En definitiva, medidas que pretenden incrementar la seguridad e invitar a los clientes a realizar sus compras de forma segura, dentro de una nueva normalidad a las que nos tendremos que acostumbrar tarde o temprano.