La finca La Angelita, un edificio con cerca de tres siglos de antigüedad que daba nombre a la zona situada a los pies de la Carretera de Sanlúcar, donde se van a construir el nuevo Juzgado y la nueva Comisaría de la ciudad, quedaba el sábado por la mañana reducida a escombros, tras un rapidísimo derribo tras el que apenas quedaron restos de piedras y vegetación que ayer lunes eran retirados por las máquinas.

El inmueble, que perteneció a la familia de Antonia Arjona Sacaluga hasta el año 2001, era ya de propiedad municipal tras la venta de los terrenos, hace ocho años, para la ejecución del Plan Parcial de La Angelita, que dio paso a la urbanización de la zona. No obstante, como al enclave le quedaban aún unos años hasta su total desarrollo, la familia propietaria alcanzó un acuerdo con el Ayuntamiento para seguir ocupando la vivienda en tanto fuera posible. Y así fue hasta el pasado 15 de julio, cuando agentes de la Policía Local se personaron en el domicilio y les comunicaron la orden de desalojo, ya que se iba a demoler la edificación en el plazo de quince días. La familia trató de poner un recurso contra la orden pero no fue admitido, por lo que tuvieron que desalojar la finca a toda prisa y finalmente la casa ha sido derribada. En la zona se ejecutan estos días los trabajos de ampliación de la avenida de Sanlúcar y próximamente se urbanizará la parcela de los futuros edificios judiciales y policiales.