La versión oficial ofrecida por el Ayuntamiento como explicación por la denegación de las banderas azules a El Puerto no casa con la que ofreció ayer a este diario la Asociación de Educación Ambiental (ADEAC). Si el Ayuntamiento y la empresa mixta de aguas Apemsa atribuyen la retirada de las banderas azules a unas mediciones puntuales realizadas entre diciembre y febrero de 2015 que sobrepasaban los niveles de depuración permitidos, la razón ofrecida por el presidente de ADEAC, José Ramón Sánchez, tendría un alcance bastante mayor, ya que no se trataría de algo puntual sino por causas de carácter estructural. Según explicó ayer el presidente de ADEAC, no han sido las mediciones de calidad del agua de baño de las playas portuenses las que han determinado la denegación de las banderas azules, sino el hecho de que la ciudad no cumple la Directiva Europea de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas. Es más, según José Ramón Sánchez, que conoce perfectamente las playas de Cádiz, los parámetros arrojados por las mediciones realizados en verano de 2015, reflejan que las playas de El Puerto están bien, tienen servicios apropiados y sus aguas no implican riesgo alguno para el baño. Las mediciones en que se basa la Fundación de Educación Ambiental para evaluar si las aguas de las playas cumplen los parámetros de calidad para recibir Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa, se realizan exclusivamente en los meses de temporada veraniega, y además la institución no realiza mediciones a título particular, sino que trabaja con los datos que le llegan de las mediciones que hace la Junta de Andalucía, contrastadas en los informes del Ministerio de Sanidad, que son enviadas en un informe anual a la Unión Europea. Las mediciones realizadas en el verano de 2015 en las playas portuenses reflejan que las aguas eran "perfectas para el baño". El fallo sin embargo se encuentra en el incumplimiento de la Directiva Europea de Aguas Residuales Urbanas. Aunque el asunto viene de lejos, la Comisión Europea dio algunos años extra a los municipios españoles que incumplían dicha directiva para ponerse al día, pero dicho plazo de gracia se ha acabado. En este sentido, el propio Ayuntamiento y Apemsa conocían que la depuración no era suficiente para cumplir dicha directiva europea, que en algunos casos establece un grado de saneamiento muy exigente, llegando incluso, como ocurre en el caso de San Fernando, que vierte a un caño marino, a un nivel terciario (el agua que sale de la depuradora debe ser prácticamente apta para el consumo), en el que tienen que existir tratamientos biológicos y físico-químicos, con unos procedimientos complejos y delicados.

Llegados a este punto, la Comisión Europea ha emitido este año 2016 un listado con los nombres de los municipios que no cumplen la Directiva Comunitaria en el tratamiento de Aguas Residuales Urbanas, por lo que la ADEAC ha decidido denegar las banderas azules a todos los pueblos y ciudades que aparecen en dicho listado. El hecho de que El Puerto no cumpla esa directiva europea puede obedecer a una falta de rendimiento en la depuradora o al método que se utiliza para el tratamiento de las aguas residuales, que habría que mejorar, y que en el caso de una ciudad turística de 80.000 habitantes, en plena Bahía de Cádiz, son muy exigentes.